3 pasos para sacar a un político del hoyo

Después de la tormenta siempre viene la calma. Los electores han desalojado a muchos políticos de su parcela de poder, algunos llevaban tanto tiempo afincados que hasta se confundían con el paisaje. Nada es perenne y al final todo cambia. La derrota es a la marca personal de un político algo similar a la prueba del nueve, un demostrativo de equilibrio, corrección y por supuesto de resiliencia.

La digestión de un mal trago electoral comienza cuando acaba el exabrupto, se calma la sed de venganza, se toma consciencia de la realidad, se analiza lo qué ha sucedido y se vuelven a formular propuestas lúcidas.

La marca de un político, la huella que deja en la sociedad, en sus electores y en los que no le han votado, se impulsa o se acaba de hundir según sepa llevar una derrota.
Los pasos a dar son relativamente sencillos aunque muchas veces por obvios no se ejecutan de manera coordinada y acaban en traspiés:

Conectar con uno mismo: Primero siempre lo primero y el puntal básico de una marca es la autenticidad por lo que en los malos tiempos toca quererse mucho, aunque en lenguaje político puede sonar raro, escucharse con sinceridad para saber lo que se siente y no cerrarse a nada y pensar en el futuro sin cortapisas, sin dejarse influir por las creencias limitantes y por la presión del entorno.

Reelaborar la estrategia: Si cuando el electorado daba su apoyo actuábamos de acuerdo con una misión, una visión y unos valores ahora que la cosa está peor apuntalada hemos de rehacer el relato de acuerdo con la nueva coyuntura pero siempre en coherencia con los principios personales y los del partido teniendo siempre el fin en la mente. Y por supuesto pensando siempre en la audiencia, que espera acciones y respuestas siempre, sabiendo que se están dando los primeros pasos para transformar a la audiencia oculta, la que nos votaría pero que en esta contienda no ha ido ni a votar, en votantes nuestros en las próximas elecciones.

Comunicar: Explicarse de manera clara. De un político se espera claridad a través de un relato sólido y coherente.

¿Podéis darme ejemplos de políticos que hayan sabido gestionar una derrota y reforzar su marca personal? Haberlos haylos. Os invito a leer el relato de Jordi William Carnes publicado en La Vanguardia hace unos días que es una muestra de buen hacer.

Jordi Collell / asesor de marca personal

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