5 nuevas maneras para triunfar como directivo, por @jordicollell

Cuando soplan vientos de cambio es el buen momento para hacer elecciones importantes, y si la crisis obligó a muchas empresas a realizar ajustes quirúrgicos considerables el inicio de la recuperación está lanzando las primeras señales de que ahora es el momento de un cambio de estilo y de enfoque en la manera de dirigir y gestionar las empresas.

Susana Blázquez nos hace un retrato en un artículo publicado en El País de lo que los nuevos tiempos esperan de un director general. Pasados los tiempos en los que las necesidades del entorno permitieron, y obligaron en muchos casos, estilos de dirección más enfocados a los objetivos de reducción de costes que otros asuntos parece ser que ha llegado el momento de sentar bases para pensar en la consolidación y el crecimiento de las organizaciones, y esto obliga a nuevas formas de hacer y de ver la realidad.

Pasar de la gestión a corto plazo y de la cirugía castrense a mirar más allá para adaptarse a unas nuevas circunstancias, que han cambiado tanto las maneras de hacer del entorno que piden una nueva visión como la situación dentro de las propias compañías que muchas veces han quedado reducidas y doloridas tras los necesarios ajustes. En este tipo de organizaciones se requiere un estilo diferente y, como siempre sucede en estas circunstancias, los primeros que lo consigan tendrán una ventaja comparativa con el resto.

Y, ¿Cuáles son estas nuevas maneras de estar y hacer que se piden a los directivos? Yo las agruparía en 5:

1. Proximidad. Diálogo de persona a persona con los colaboradores y con los clientes y stakeholders que requiere la humildad necesaria para bajar del pedestal para acercarse al mundo y dominar las herramientas de comunicación, entre ellas las redes sociales. No basta ya con estar sino que para que las conversaciones sean efectivas se pide relevancia, y para conseguirlo es imprescindible una presencia activa que aporte valor para todos, tanto para los clientes y proveedores como para los empleados.

2. Colaboración interna. Entendida como la capacidad de crear y gestionar entornos que superen la especialización, siempre necesaria para marcar la diferencia, con una visión de conjunto que permita el trabajo en red dentro de la organización y una visión compartida por parte de todos para poder fijar y alcanzar objetivos complejos y exigentes.

3. Tecnología. La conversaciones tanto internas como con el entorno requieren soporte tecnológico. Se necesita promover el cambio para hacer efectivo el uso de las herramientas comunicativas y colaborativas de manera real y eficaz. Trabajar en red implica promover y facilitar la cooperación tanto a nivel humano como tecnológico rompiendo las creencias de que una mayor conectividad produce dispersión.

4. Gestión de la incertidumbre. Tener siempre todos los cabos atados da seguridad pero «encorseta» y los nuevos tiempos requieren agilidad. Incorporar las enseñanzas de la gestión de las start up permite aprender de las experiencias de los clientes e ir perdiendo el miedo al fracaso y a no tenerlo todo estrictamente controlado. La única certidumbre eficaz son los clientes y sus necesidades.

5. Valores: Humildad, cercanía, ética demostrada, optimismo, humanidad, equilibrio y diálogo pero no como manifestaciones retóricas si no demostrados con hechos. Se acabaron los tiempos de la manipulación a través de palabras y redactados y han llegado los tiempos de las evidencias.

Los nuevos tiempos piden directivos que gestionen su marca personal, la huella que dejan en los demás, y que favorezcan la gestión de la marca personal se sus colaboradores para posicionar a la empresa de manera más competitiva.

Adaptarse a las nuevas demandas no es obligatorio y nunca lo ha sido pero la falta de adaptación siempre ha representado el fin de las especies.

Imagen CC Search

Deja un comentario