¿Existe alguna marca que te haga vibrar, conecte contigo y forme parte de tu estilo de vida? ¿Has oído hablar alguna vez de las Lovemarks? Pues se trata de marcas que generan una conexión emocional provocando una lealtad más allá de la razón.
Según Kevin Roberts, CEO de la prestigiosa agencia global de publicidad, Saatchi & Saatchi y autor del libro “Lovemarks, el futuro más allá de las marcas.”, el concepto de “marca” está agotado y lo que se necesita para rescatarlo es lo que él denomina “Lovemarks” o “Marcas de Amor”.
Pongamos un sencillo ejemplo, para mi desayunar en Starbucks es un ritual – puede sonar un poco snob lo reconozco – pero no disfruto mis mañanas de la misma manera sin mi Grande Capuchino y mi Muffin de chocolate. Pero eso no es todo… es el olor, la amabilidad de su personal, la música, los momentos que he vivido en su espacio, su compromiso con el comercio justo… todo me hace disfrutar de mi experiencia Starbucks al máximo. Y por eso forma parte de mi día a día y he conseguido que mis familiares y amigos también lo vivan de la misma manera. Por eso y por mucho más I love Starbucks.
Pero… ¿Qué han de tener las marcas para convertirse en Marcas de amor? O mejor dicho… ¿Puede una marca personal ser una Lovemark? Según Kevin Roberts, las marcas deben tener estos 3 ingredientes:
- Misterio: Debe haber una historia que contar, un pasado pero con capacidad de proyectarse hacia el futuro; debe haber sueños, mitos, símbolos, metáforas. Teniendo en cuenta todo esto, una marca personal tiene su storytelling, una historia de vida contada como un relato con pinceladas reales y/o algunas imaginarias que hacen más atractiva y carismática la marca personal.
- Sensualidad: Las marcas deben provocar sensaciones, conectarse con los sentidos: nos regalan sonidos, luces, olores, texturas, sabores. La marca personal también tiene sensualidad, es capaz de provocar y proyectar reacciones y reflexiones. Y también seducir con sus aportaciones y contenido único.
- Intimidad: Hay compromiso, empatía, pasión. La marca personal comunica de persona a persona, está comprometida con el conocimiento y la verdadera identidad. Y además, genera un diálogo directo y sin intermediarios.
Después de leer estos 3 aspectos si volvemos a preguntarnos si una marca personal puede ser una marca de amor, la respuesta es clara: Si. Y sino pongamos por ejemplo a Bono, líder de la famosa banda de rock U2. Ha conseguido ser una marca personal más allá de su exitosa banda de rock. Una marca apasionada, llena de historias y símbolos, con conciertos que explotan los sentidos y relaciones empáticas con el mundo. Bono es una Marca de Amor.
Todo esto nos muestra que una “Lovemark” no se limita a las marcas, sino que se extiende a servicios, personas, personajes (reales o ficticios), deportes e incluso lugares del mundo.
¿El secreto? Generar un vínculo emocional con todos aquellos que te siguen, explicando historias, despertando sensaciones y regalando conocimientos para así seducirles con tu marca personal. ¿Y tú, seduces con tu marca?
Digital & Social Media Strategist en Stradivarius (Grupo Inditex). Personal Brander y especialista en comunicación online / BA en Business Management Staffordshire University / Master en Marketing Digital La Salle-URL (en curso) / Luxury Brand Management por ESERP / Experiencia en comunicación y marketing en TVLowCost, TheDoctorFactory, Soymimarca, BeAgency, profesora de Mkt Digital en La Salle BCN /Tertuliana en La Sexta TV