Adiós empleo. Hola proyecto.

No es el futuro. Es el presente. El empleo, tal y como lo conocíamos hasta ahora, se transforma, evoluciona, cambia. Esa idea arraigada en muchas personas acerca de encontrar un trabajo para toda la vida pronto desaparecerá. El empleo seguro ya ni existe,ni siquiera como funcionarios o en un banco centenario.

Instituciones que creíamos intocables han caído, en uno y otro lado del Atlántico. Las marcas se tambalean, y solo nos queda fiarnos de una: la nuestra, nuestra marca personal. No se trata de ser egoístas, se trata de verlas venir y de estar preparados para un futuro que promete incertidumbre.

Foto: Flickr CC

Trabajaremos por proyectos, en formato multitarea. Crearemos comunidades de profesionales independientes con nuevas motivaciones y con altas dosis de creatividad, y no estará muy claro que la hiperespecialización sea la clave de la diferenciación. Tener una visión amplia de las cosas, una visión de águila, quizás será de más ayuda.

Somos empresa

Cuando me detengo a leer los perfiles de Linkedin de profesionales veo que muchos están en más de una empresa. Es falso. En realidad están en más de un proyecto, se llame como se llame.

De la misma manera que el empleo se transforma, las herramientas clásicas como el Currículo dan paso a estrategias más completas de branding personal. Esto no lo para nadie.

No hay que tener miedo al cambio, hay que aceptarlo como algo inevitable y positivo, y siempre sin mirar atrás: el empleo tradicional pronto estará en la vitrina de los museos.

0 comentarios en «Adiós empleo. Hola proyecto.»

  1. Esto es muy cierto. Como coach de pensamiento creativo trabajo mucho con personas que están en el proceso de transición profesional o quieren iniciar el proceso de cambio. Y todos se dan cuenta de que es necesario empezar a concebir a uno como a una empresa, aunque si quiere trabajar dentro de una organización. Todos nos estamos convirtiendo en profesionales independientes, toso tenemos que ser emprendedores.
    Y creo que el trabajo por proyectos es una de las principales características del nuevo sistema socio-economico en que estamos entrando.

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  2. Cierto. Por suerte para los que siempre hemos sido «espíritus libres», este nuevo modelo es algo que asumimos por naturaleza e incluso, que nos motiva mucho más. El problema es que no todo el mundo es capaz de saberse vender, gente que considera que el trabajo de comercial está ceñido únicamente a la fuerza de ventas de una empresa, y no se percatan o no quieren aceptar que, ahora, todos somos empresa y, por ende, comerciales de nosotros mismos.

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  3. Tanto para las empresas como a nivel personal, es importante la inteligencia financiera: reducir los costos a su mínima expresión y generar fuentes de ingresos, independientemente del área de tu profesión.

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  4. Pero la cultura de «estudia, hijo, para encontrar un buen trabajo el día de mañana» sigue pesando mucho en muchas cabezas. Hace unos días, en un grupo de linkedin de gente que busca empleo, planteé que si hay poco trabajo, quizá no tenga mucho sentido buscarlo todos desesperadamente. Y preguntaba si no será que nos falta espíritu emprendedor. La respuesta fue: «estupendo, Pilar, me apunto, ¿qué propones?». Esto me pareció el mejor ejemplo del mundo de cómo nos han educado para que la solución la den otros. Cambiar mentalidades no es un proceso rápido, parece que ni siquiera en circunstancias tan apremiantes como las actuales.

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    • En esto tienes toda la razón, Pilar. Nos queda aún muchísimo trabajo por hacer para facilitar el cambio de mentalidad en la sociedad en general. Y creo que el labor que se hace en este blog es muy importante en este sentido.

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    • Pilar, lo que te pasó en Linkedin lo vemos cada día en múltiples personas. La teoría de «que piense otro» o «no me pagan por pensar» ha propiciado que seamos uno de los países con peor cultura emprendedora. Aun resuena el eco de estudios de opinión en que los jóvenes sueñan con ser funcionarios o trabajar en una caja de ahorros

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  5. Es cierto lo que escribes, Guillem, y me parece sanísimo que suceda.
    Creo que estos cambios son una maravillosa oportunidad para cultivar nuestros talentos y trabajar de un modo flexible. Eso evita las viejas rémoras laborales, tan obsoletas.
    A mí me resulta completamente estimulante reinventarme y centrarme en aquello que mejor sé hacer y me gusta más. ¡Y eso que tengo 51 años!

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  6. Soy de las de la situación de trabajo que se que ya no es la que será. Llevo 16 años en mi primer trabajo.
    El muro que tenemos delante para lanzarnos es la estabilidad a la que estamos acostumbrados.
    Si se me diera la situacion, se que me seria muy difícil adaptarme al cambio.
    Ahora ya no vale el terminar unos estudios y a trabajar, hay que estar en constante formación para poder aportar tanto a las empresas como a la vida propia un valor creciente.
    Lo que si es cierto es que el estancamiento produce crisis y hundimiento tanto a nivel personal como profesional

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