Comunica con coherencia

 

Suele decirse que la coherencia sólo se da cuando lo que uno piensa, lo que dice y lo que hace coinciden. Si pensamiento, palabra y acción no están alineadas, no puede existir coherencia. Mucho menos comunicarse.

Sin embargo, en cuestiones de marca personal, a veces se tiende más a poner el foco en la comunicación –lo que se dice– y despreocuparse de los valores y creencias –lo que se piensa–, o de la forma en que se actúa.

 

comunica con coherenciaSe puede tener una marca personal fuerte y ser incoherente

Desde luego, es posible utilizar una imagen de incoherencia como forma de provocación. Creo que todos podemos pensar en diferentes personajes públicos que utilizan esa imagen como una forma de diferenciación.

No digo que no pueda resultar muy rentable, sobre todo a corto plazo, pero no me parece la estrategia más recomendable si apostamos por un cierto recorrido. Por no hablar lo éticamente dudosa que puede resultar la apuesta.

Por eso me parece mucho más recomendable invertir en un trabajo serio y profundo de autoconocimiento, y comunicar lo que hacemos de forma coherente con nuestros principios.

Es posible que sea más lento, pero también será mucho más ético y eficaz a largo plazo.

 

El riesgo de mostrarse incoherente

Parece bastante frecuente, con respecto al personal branding, que haya más interés en lo que debería ser la parte final del proceso: la visibilidad. La forma en que se comunica la marca personal y las herramientas que se emplean para ello.

Puede que seas una persona con una capacidad excepcional para la comunicación, que te expreses como los ángeles, que escribas como un maestro o que domines las redes sociales a la perfección, usándolas de maravilla para promocionarte. Sin embargo, si no tienes claras tus convicciones, tus valores, es más que probable que tus acciones no concuerden con lo que transmites.

Si tus valores y tus acciones no coinciden con lo que comunicas puede que tu estrategia de comunicación juegue en tu contra.

 

La importancia de conocerse

Como tantas veces se ha dicho –y el método iceberg de Soy mi marca incide en ello–, la visibilidad no es más que la punta del iceberg de un trabajo mucho más profundo y complejo: conocerse bien a uno mismo.

Querer dejar huella sin un buen trabajo previo de autoconocimiento entraña el riesgo de comunicar sin eficacia.

Desde luego, puedes jugar a ser incoherente, incluso mala persona –por usar una expresión amable– , pero debes hacerlo teniendo claro por qué lo haces y qué quieres conseguir con ello. Y, sobre todo, si esa estrategia coincide con tus valores, aunque vuelvo a decir que no lo recomiendo.

Si hay algo peor que mostrarse incoherente es hacerlo sin ser consciente de ello.

 

Profundiza

No nos engañemos: si tantas veces se le da prioridad al trabajo de comunicación que al de autoconocimiento es porque parece más sencillo.

Conocerse exige valentía, tiempo, compromiso, constancia… Factores que no abundan en estos tiempos que Zygmunt Bauman define como líquidos, más propensos a la inmediatez.

Si estamos de acuerdo en que la clave de la diferenciación reside en la excelencia, se coincidirá en que no hay mejor camino hacia la excelencia que un trabajo honesto y profundo con uno mismo: enfrentarnos a nuestros temores y debilidades, y trabajar constantemente para superarnos.

 

Comunica, pero hazlo con coherencia

Si quieres gestionar adecuadamente tu marca personal, esfuérzate en primer lugar por conocerte: cómo minimizar tus debilidades y cómo potenciar tus fortalezas; ten clara tu escala de valores y tu sistema de creencias, piensa qué aportas al mundo, qué es lo que haces de forma tan especial que consigues que tenga tu sello propio y los demás lo perciben como tal.

Entonces, cuéntaselo al mundo. Mientras tanto ten cuidado con lo que comunicas: no vaya ser que no estés comunicando nada más que incoherencias.

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