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¿Es útil tener muchos seguidores en las RRSS?

¿Cuántas veces habrás oído eso de «ojo, fulanito tiene 20.000 seguidores en Twitter, es un crack«?. Lo cierto es que hay muchos cracks que consiguen seguidores de forma natural pero muchos otros son meras burbujas. Últimamente proliferan sabios de todo tipo y color que prometen miles de seguidores por unos pocos dólares. Al final uno se acaba preguntando si realmente es útil para un profesional o una empresa tener muchos seguidores en las redes sociales. Supongo que deberíamos diferenciar si nos referimos a perfiles personales o corporativos, pero yo diría que “depende”.

¿De qué depende?

Personal BrandingSi uno tiene, por ejemplo, una página en Facebook (fan page) y se ha valido de promocionar constantemente la página para conseguir seguidores, nos encontraremos con un hecho inevitable: No hay “engagement”, hay pocos comentarios, poca participación. Quien le dio al “me gusta” lo hizo sin pensarlo mucho, más porque le cautivó una imagen o un eslogan que por tratarse de algo práctico y atractivo. Estos seguidores irán abandonando poco a poco la página debido a su absoluta falta de interés por lo que se publica.

El caso de la promoción de post es distinto, ya que permite a las empresas garantizar que determinados contenidos puedan ser vistos por una mayoría de los fans: recuerdo que un post en una fan page solo es visto por el 6% de seguidores. ¿Quiéres que vean lo que publicas?: paga.

El caso de Twitter

soymimarca personal brandingEn Twitter lo frecuente es encontrar perfiles dormidos, perfiles que siguen a 1.000 personas y son seguidos por 23, y en raras ocasiones encontraremos perfiles equilibrados en cuanto a seguidores y seguidos o con mayoría de seguidores. En el caso de una marca comercial, no niego que vaya bien tener unas bases mínimas, de 1.000 seguidores en adelante, por ejemplo. Eso permite al community manager poder enviar un mensaje directo en caso de crisis o de necesidad de privacidad.

Pero lo cierto es que en Twitter la medida de influencia de una persona o empresa está más en el número de listas a las que han sido asignadas que no en los seguidores. Estar en un buen número de listas es signo de influencia, aunque no siempre de buena salud, ya que se puede estar en una lista de “empresas contaminantes”, por ejemplo.

La excepción de Linkedin

Siempre comento que Linkedin requiere un buen número de contactos para convertirse en una red operativa, ya que la “red” de cada uno depende de sus contactos de nivel 1, 2 y 3. Y todo lo que está fuera es un universo negro y desconocido. Si buscas consultores en personal branding y solo tienes 10 contactos de primer nivel, posiblemente encontrarás a pocos, ya que tu red es pequeña, y Linkedin no te deja ver más allá. De todas maneras, precaución, Linkedin también está repleto de spammers que aprovechan la mínima para inundarte tu correo de basura.burbujas de seguidores

La trampa de los cazafollowers y empresas que compran seguidores

Es un hecho que cada día proliferan más individuos y «empresas» que por un puñado de dólares prometen 15.000 seguidores. Son los «fake followers». Pero esa no es la novedad. Según leo en NYT, los investigadores italianos, Andrea Stroppa y Carlo De Micheli, advierten sobre cuentas de Twitter que agregaron o perdieron a un gran número de seguidores en un día. Su lista incluye marcas como Pepsi, Mercedes-Benz y Louis Vuitton; políticos como Dmitri Medvedev, el primer ministro de Rusia; y los raperos 50 Cent y Sean Combs, conocido como Diddy. El síndrome de «a ver quién la tiene más grande» llega a las RRSS, y lo hace en forma de centenares de creadores de burbujas.

Una buena forma de gestionar seguidores y seguidos

El sentido común aconseja no “buscar seguidores” sino crear contenidos atractivos para atraerlos, y eso vale para todas las redes. La consecución de followers de forma artificial (Twitter está lleno de charlatanes y multiniveles que venden followers por cuatro euros) tiene efecto burbuja: puede ser muy grande pero inestable, y al final explota.

La conclusión es que sirve de algo tener una buena comunidad si ésta se ha creado con paciencia, con contenidos de valor, con cariño. Hay que apostar por un “gran reserva”: tarda más tiempo en ser algo valioso, pero luego todo el mundo lo quiere. Que le sigan a uno está bien, pero lo mejor es «la conversación».

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