Cuestión de contactos, por @paulafdezochoa

Networking es un término anglosajón que, pese a no figurar en la R.A.E., está totalmente asentado en nuestro vocabulario. La palabra networking se empezó a utilizar en 1947, según el periodista Douglas Harper, autor del Online Etymology Dictionary, con el sentido de interconectar personas y grupos y construir relaciones para un beneficio personal y/o profesional. Por tanto, no es un concepto nuevo, los seres humanos nos relacionamos desde siempre y somos sociales por naturaleza, pero sí ha cobrado más importancia por el cambio de paradigma en el que nos encontramos y, en consecuencia, también la forma de hacerlo es diferente (tecnología, nuevos modelos de negocio, sofisticación del cliente, etc).

Es indudable el valor de los contactos y la importancia de saber generar y aprovechar las oportunidades que brindan cada relación. Tener una potente red sirve para:

– “Hacer negocios, buscar empleo, adquirir conocimientos específicos sobre alguna disciplina concreta, solucionar problemas, encontrar amistad e incluso amor”, como confirma Adam J. Kovitz, Presidente y fundador de The National Networker Companies (TNNC)

– Cubrir los puestos del ‘mercado oculto’ pues, según un reciente informe de Lee Hecht Harrison, división del Grupo Adecco especializada en procesos de Recolocación y Desarrollo del Talento, 8 de cada 10 ofertas de empleo en España no son visibles, es decir, que el 80% permanece en lo que se denomina mercado oculto. Según el estudio, “este mercado se cubre acudiendo a las propias fuentes de reclutamiento, intermediarios o referencias de personas de confianza de las empresas”. Por tanto y salvando motivos de confidencialidad o reducción de presupuesto como consecuencia de la actual coyuntura económica, “La mejor manera de acceder al mercado oculto de las ofertas de empleo es a través de la red de contactos”, confirma Nekane Rodríguez de Galarza, Directora General de Lee Hecht Harrison en España. Y, por su parte, Jeffrey Gitomer, autor de «The Sales Bible» y «The Little Red Book of Selling» dice que “En igualdad de condiciones, la gente prefiere hacer negocios con sus amigos”.

– Mejorar la innovación, según explica el profesor del IESE Marco Tortoriello en su artículo “The social underpinnings of absorptive capacity«: “(…) para mejorar los frutos de la inversión en I+D resulta crucial la creación y el cuidado de redes internas que promuevan la diversidad y el acceso a diferentes departamentos de la organización. Invertir en I+D no es el único factor relevante para innovar sino que el entramado de relaciones informales de la empresa puede ser igual de importante pues la capacidad relacional tiene una incidencia clara a la hora de sacar provecho de los conocimientos”.

Lo que está claro es que hoy nadie puede prescindir de esta habilidad de sembrar y cosechar buenas relaciones y contactos. Es tan relevante que, como indica Pilar Jericó, “algún año, en la jornada de inauguración del Master de Harvard, se ha dicho a los nuevos estudiantes que algo que siempre agradecerán será la red de contactos que allí construyan”.

Construir una red de contactos” es el resultado de:

– Interés: concienciarnos de la importancia vital del networking y tener voluntad de trabajarlo, predisposición a establecer relaciones de colaboración con otras personas.

– Dedicación:requiere tiempo y esfuerzo, es una carrera de fondo, a largo plazo, una maratón y no un sprint. Nunca hay que tener prisa si quieres cosechar una potente red. Cómo prestar esa dedicación? “a fuego lento” y, entre cosas:

– Generando una red de aliados que nos ayude a conseguir los objetivos en una relación “win-win”, de ventaja recíproca, pues cuanto más valor das más valor recibirás.

– Diseñando un plan estratégico de acción con objetivos, calendarización y seguimiento. Es una habilidad que puede desarrollarse siguiendo un método, con disciplina.

– Siendo constante, agradecido y teniendo el don de la oportunidad e idoneidad para saber estar en los momentos clave y conocer a las personas correctas.

– Empleando los medios y canales adecuados

– Construyendo relaciones basadas en la confianza, y para ello es clave la autenticidad, la transparencia, la humildad y la lealtad.

– Mejorando en visibilidad y reconocimiento.

– Tener buena memoria para retener y usar información o, en su defecto, tener disciplina y métodos para suplirla.

– Sabiendo escuchar y teniendo empatía, respetando las diferencias culturales a la hora de interactuar.

– Dibujando un mapa de contactos detallando las interconexiones existentes y/o posibles y cuidando la red que se va tejiendo, pensando en las posibles sinergias profesionales y personales, dedicando tiempo, facilitando información de valor y detectando y generando oportunidades.

– Calidad: en una buena de red de contactos siempre hay que intentar incluir a los mejores en las áreas que nos interesen. Calidad versus cantidad. Gracias a la tecnología y al mundo de las redes sociales la ley de los seis grados de separación del escritor húngaro  Frigyes Karinthyse ha reducido y es más fácil acceder a personas interesantes. Pero sin olvidar el mundo off-line (foros, conferencias, clubes, deporte, etc) que sigue abriendo puertas y consolidando lazos. Compartir experiencias y tiempo, una mirada, una sonrisa, el lenguaje corporal o una sensación son clave en toda relación.

– Actitud: siempre. Palabra mágica que marca la diferencia y que te sirve de medio para llegar donde te propongas. Imán para otras personas y oportunidades. Actitud positiva, quién quiere dedicar el valioso y escaso activo tiempo a un “cenizo”? Hay que tener una fuerte marca personal que deje huella, tener inquietudes, ganas de aprender, de conocer gente que nos haga saltar de nuestra zona de confort para seguir creciendo y, en definitiva, voluntad de conectar y de construir puentes que ayuden a tejer oportunidades y relaciones.

Por todo lo expuesto, crear una red de contactos potente es una inversión de la que no puedes prescindir hoy. No es suficiente trabajar técnicamente bien. También es vital relacionarte. Es una filosofía de vida. Cuestión de contactos.

Imagen: CC Freepik

 

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