Si cada mañana consigues despertarte y ponerte en marcha sin que el temor se instale en tu cuerpo, enhorabuena, puedes evitar leer este post y pasar a otras actividades. Si por el contrario, como a mi me pasa, has pasado del prudente escepticismo a la preocupación por lo que todavía no nos ha venido encima hablemos y veamos lo que podemos hacer.
El viernes pasado, como cada mañana, me desperecé con un zapping a través de las emisoras de gran audiencia en nuestro país. La recaída de las bolsas vuelve a golpear nuestros oídos, nuestros bolsillos y nuestro futuro y lo peor es que vuelve a pasar lo de siempre que no tengo claro lo que puedo hacer y que los que pueden hacer algo no hacen nada. Y esta vez, la enésima, quizás la cosa vaya en serio.
Hace dos semanas definía cuatro vías de acción que aunque clásicas me parecían razonables, y probadas por mi, basadas en pasar a la acción de manera organizada. Lo primero, recordemos, es entender lo qué está pasando y no es cosa fácil pero es el paso previo para analizar como nos vemos o nos podemos ver afectados para poder finalmente preparar un plan de acción y siempre teniendo en cuenta que a río revuelto vale más que me conozcan y sea la opción preferente o seguro que lo pasaré peor porque a parte de cornudo me caerán los peores palos.
La novedad es que he tomado consciencia de que la cosa se nos escapa de las manos a todos, colectivamente veo pocas salidas a corto plazo porque un recorte que parecía fundamental una vez realizado se convierte en inútil y justo después de haberse puesto en marcha ya se pide el siguiente y no se ve el final del túnel y si no pongámonos en la piel de los griegos.
Entramos en el verano con vientos frescos que se crearon desde las filas de los indignados, parecía que los políticos habían entendido la letra de la canción y nos decían que hacían suyas las tesis. Ayer se acabó la legislatura con olor a tomadura de pelo y a falta de alternativas definidas desde todos los bandos parlamentarios.
Exigir claridad a los que nos gobiernan o pueden gobernarnos es no sólo legítimo sino una obligación para que podamos ejercer nuestro derecho a escoger porque para esto hacen falta alternativas que por ahora yo no soy capaz de ver. Y quede claro que una vez más iré a votar porque tolerar que los demás decidan por mi lo considero una actitud cobarde y contraria a mis valores.
La buena noticia es que las personas vamos cobrando cada vez mayor protagonismo y tenemos en nuestras manos el salir a flote o hundirnos. Podemos cambiar el mundo, nuestro país, nuestra ciudad, nuestro pueblo, nuestro barrio o nuestra empresa si primero cambiamos nosotros. Y aquí es cuando nuestra Marca Personal adquiere un sentido extraordinario.
Ahora veo con claridad diáfana que ayudando a las personas, nuestros clientes, a que impulsen su marca personal estoy poniendo mi contribución a la salida de la crisis. Y por suerte son bastantes las que han trabajado con nosotros y ahora están navegando con rumbo definido y sabiendo como actuar cuando soplan vientos hostiles.
Por favor no claudiques ante la crisis, tú tienes las fuerzas y el impulso necesario para salir de esta y si tu sales empujas a los demás. Eres un motor y una fuente de esperanza, no lo dudes. Nosotros sabemos como impulsarte, cuenta con nosotros, conmigo, con Soymimarca.
¡Dale una patada a la crisis!
Jordi Collell / Coach y Asesor de marca personal
Asesor de marca personal y socio de Soymimarca / Profesor Asociado en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL) y Director del Posgrado en Personal Branding en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL) / Economista (UAB). / PDD & MBA (IESE Business School & The University of Chicago). / Coach titulado (University of Texas, Dallas). Miembro de AECOP. / Miembro certificado de la International Coach Federation ( Associate Certified Coach). / 25 años CFO,CEO. Co fundador del Grupo Sintax Logistica.
«Tu debes ser el cambio que deseas ver en el mundo».Gandhi