Hoy os dejo la Fabula del León y el Ratón, una excelente lección sobre las oportunidades que nos pueden llegar desde nuestros teóricos rivales.

El ratón, muy asustado, le dijo al león que le perdonara la vida y así, daría su vida a su servicio. Aunque al león le dio un poco de risa la promesa, aceptó. Unas semanas después, el león fue trapado por las redes de un cazador, sin forma alguna de escapar. El ratón, al escuchar los rugidos del león, se acercó y comenzó a roer la red. De esa forma, el ratón cumplió con su promesa.
El león pensó mucho acerca de ese favor, y de que tenía que hacer un cambio en la perspectiva con la que veía a los otros animales.
Moraleja: No trates mal ni menosprecias a los demás. Puede que en algún momento necesites su ayuda, o que terminen siendo mejor de lo que esperabas. Dales una oportunidad.
Asesor de marca personal y socio de Soymimarca / Profesor Asociado en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL) y Director del Posgrado en Personal Branding en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL) / Economista (UAB). / PDD & MBA (IESE Business School & The University of Chicago). / Coach titulado (University of Texas, Dallas). Miembro de AECOP. / Miembro certificado de la International Coach Federation ( Associate Certified Coach). / 25 años CFO,CEO. Co fundador del Grupo Sintax Logistica.
Esta fábula refleja una gran verdad,que podemos ver también ver reflejada en frases de la sabiduría popular como «No hay enemigo pequeño» o «Arrieros somos y en el camino nos hemos de encontrar».
Hay que tratar a todo el mundo con consideración y respeto, ya sea por bondad, humanidad, educación o simple sentido común, pero aún careciendo de estas virtudes, hay que tratar bien a los demás aunque sea simplemente por interés, ya que siempre podremos esperar más de los amigos que de los enemigos, por pequeños estos sean, y poco debe haber que sea más estúpido que hacerse enemigos gratuitamente.
Totalmente de acuerdo, ¿cuantas veces no nos hemos quedado de piedra con gente que querías ver ni en pintura y luego te han echado un cable profesionalmente o personalmante? El «por el interés te quiero Andrés» que se dice en mi tierra, hace que como dice el autor, no dejemos de lado ni a nuestros enemigos, aunque si los podemos tener controlados mejors 😉