Decálogo de la marca personal en el sector legal y servicios

He tenido el privilegio de impartir clases en el posgrado de Personal Branding de la Facultat de Comunicació Blanquerna –Universitat Ramón Llull-, de la mano de Soymimarca, compartiendo inquietudes y experiencias con profesionales expertos en marca personal.

soymimarca_marcapersonalabogadosY si bien mi intervención estaba focalizada en el sector legal (vídeo: “1 minuto con Paula Fernández-Ochoa”) en el que desarrollo mi actividad como consultora de +MoreThanLaw, pudimos extrapolar el perfil del abogado y su entorno laboral al profesional prestador de servicios en general, alcanzando las 10 siguientes conclusiones:

1. El mercado es más competitivo que nunca, con más de 250.000 abogados en el censo del CGAE que deben diferenciarse y mostrar su propuesta de valor para ser elegidos. Como reza Andrés Pérez Ortega, “Si eres uno más, serás uno menos”.

2. Hoy no es suficiente ser un buen técnico sino que el profesional debe tener otras habilidades, tales como ser un project manager, muy comercial, empresario, tener idiomas, experiencia y conocimientos transversales, dominio de las nuevas tecnologías, carácter emprendedor y proactivo, etc. Un perfil extremadamente completo. El profesional del SXXI es un knowmad (trabajador nómada del conocimiento y la innovación), en constante evolución y aprendizaje, creativo, sin miedo al fracaso, solucionador de problemas, que fomenta la colaboración, siempre conectado, con retos y motivación.

3. Por tanto, es imprescindible gestionar la marca personal (en sus tres fases: autoconocimiento + estrategia + visibilidad) para mostrar la mejor versión de ti mismo y que así sea percibida en el mercado. Debemos construir nuestra propuesta de valor sobre un mensaje positivo y tener visibilidad “Out of mind is out of work”.

4. Adaptarse y anticiparse al cambio es esencial para sobrevivir profesionalmente. Y así, en la era digital en la que estamos (la identidad digital ya no es opcional) hay que saber aprovechar las oportunidades que la tecnología ofrece para no quedar fuera del mercado: uso de CRM, programas de gestión, uso de videotarjetas de visita, infografías con nuestro perfil de LinkedIn, gestión del klout y redes sociales para aprovechar su poder e influencia,… Pero sin perder la esencia humana y el valor añadido que aporta la persona: “La tecnología está reinventando los modelos de negocio pero las relaciones humanas seguirán siendo la clave del éxito”, Stephen Covey.

5. Hay que tener presencia en las redes sociales y gestionarlas desde la estrategia (fijando objetivos, target, metodología y métricas), con optimización de perfiles, uso de keywords, personalización de mensajes, interacción con influencers, etc.

6. Importante tangibilizar lo intangible para que la calidad y la excelencia en el trabajo puedan gestionarse y percibirse así por el cliente pues éstas hoy no están, como ocurre con el profesional, exclusivamente en su parte más técnica (asesoramiento jurídico en sí) sino en todo el servicio que se presta: relación humana con el cliente, tiempo de gestión, accesibilidad, comunicación de la información, etc. El cliente quiere vivir experiencias y debemos ser conscientes de ello.

7. El marketing tradicional ha dado paso al marketing relacional entre (i) la organización y sus empleados, (ii) los clientes y (iii) otros actores como los proveedores, competidores, etc. Todos intervienen en el proceso de valor de la marca.

8. Siempre se ha dicho que la información es poder. Y es cierto, pero me quedo con el valor de los contactos y las oportunidades que se brindan en cada relación. Hay que hacer una intensa actividad de networking, siguiendo una estrategia, pero también sin olvidar el “networking generoso” como cuestión de actitud y de ganas de crear vínculos. Ahí está el éxito!

9. Tener una marca personal potente no es anticorporativo, al contrario! Incrementa la fortaleza de la organización a la que está vinculado (siempre que esté alineado a sus valores, objetivos, estrategia). Hay que olvidar la palabra y el modo de trabajo del “empleado” para ser “Yo, SA”, con lo que ello significa. Pasión y emoción. Ya no puedes vender tu libertad a cambio de estabilidad.

10. El mayor riesgo que puedes cometer es no arriesgar. Para destacar y ser elegido tienes que estar en una mejora constante, dar pasos nuevos, evolucionar, aprender, probar…sólo así, saliendo de tu zona de confort, podrás llegar a la mejor versión de ti mismo y disfrutar triunfando en lo que haces.

Y tú, te atreves a gestionar tu marca personal? Te animo a que tu sello de identidad te haga brillar. A ser y parecer en positivo. A sumar.

 Imagen CC Search / Photo by smlp.co.uk on Flickr

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