Recordando a la gran Amy Winehouse
Un año después sigue brillando, su nombre y su voz. Durante su corta pero intensa carrera atrajo miradas y despertó tanta curiosidad como admiración.

Nos dejó un gran legado, que vivirá por siempre en su voz. Su peinado cardado de los años cincuenta, su mirada felina por el uso extremo del eyeliner, sus grandes y coloridos tatuajes, su estilo pin-up con faldas tubo mini o sus pantalones skinny con estampados print mezclados con su delgado cuerpo, hicieron de ella una revolución en el mundo de la moda.
«Desgraciadamente, la mitad de las cosas que dicen sobre mi son ciertas«. Esta frase define su lado oscuro, el de las drogas y alcohol que acabaron con su vida. Pero preferimos analizar su lado iconográfico:
Karl Lagerfeld hizo que sus modelos desfilaran por la pasarela de Chanel con provocativos cardados, emulando a la gran musa.
Como dijo Karl Lagerfeld: «Ella es un icono de estilo. No es sólo una musa, es un genio. Es una de las mejores voces de hoy en día».
En sus letras reflejaba sus relaciones afectivas y su sufrimiento. Hoy echamos de menos la mejor voz del soul de la última década, víctima de su propio éxito que con tan sólo dos albúmes fue capaz de revolucionar la historia de la música.
Una muestra de marca personal que ha dejado huella en la historia de la música y en nuestro corazón.
Texto enviado por Lola Gajardo, una de nuestras lectoras habituales