El efecto perverso del mensaje, por @jordicollell

Una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad

Joseph Goebels

El caso de Nadia

Recientemente he tenido la oportunidad de participar brevemente en un programa de Equipo de Investigación  de La Sexta sobre el caso de la niña Nadia. Nadia está afectada por una rara enfermedad desde su nacimiento, y supuestamente estaba en riesgo de muerte a corto plazo si no se operaba de manera inminente. El padre se dedicó durante años a levantar fondos procedentes de donaciones particulares, y al final se pudo demostrar que todo era una farsa, el dinero iba a parar a las arcas patenas y era utilizado para mantener un ritmo de vida a todo tren. Un caso de falsedad en el mensaje y de poca seriedad profesional de los medios que no verificaron la veracidad de las fuentes.

¿Cómo ha podido el mensaje de Fernando Blanco, así se llama el padre, calar en la opinión pública durante años? ¿Cómo ha sido posible que no se verificaran las fuentes de información? La respuesta está en la propia estructura del mensaje.

La enfermedad

Nadia es una niña afectada por tricotriodistrofia, una enfermedad de las llamadas raras que provoca entre otros efectos un envejecimiento prematuro. No se puede curar pero se pueden tratar los síntomas, y no produce necesariamente la muerte a corto plazo.

La manipulación

El padre de Nadia vio que la enfermedad de su hija podía ser una fuente de ingresos y se empleó  fondo en explotarla. Los medios de comunicación se pusieron de su parte hasta que El País se puso a investigar y descubrió que era un fraude.

Los antecedentes: La Marca Personal de Fernando Blanco

La huella dejada por el padre de Nadia era la de un pequeño estafador que había pasado una temporada en la cárcel por apropiación indebida de dinero de la empresa para la que trabajaba.

Tenía fama de buen comercial, don de la palabra y fuerte capacidad para convencer y generar credibilidad.

Tuvo frecuentes cambios de domicilio ya que cada vez que era descubierto en alguna de sus fechorías se trasladaba a otro lugar para comenzar de nuevo.

El mensaje: Cuatro relatos en uno

El objetivo del relato ha sido ablandar corazones y predisponer a la audiencia a la donación de fondos de manera rápida y sin hacer preguntas. A la vista de los resultados ha resultado eficaz hasta el descubrimiento de la farsa.

  1. Relato épico: La lucha contra el tiempo. Fernando presentaba la situación como una lucha contra el tiempo: Si no se le practicaba el tratamiento de turno en un plazo corto la niña moriría inexorablemente. Traspasaba la responsabilidad hacia la audiencia: si no colaboráis seréis los responsables de la muerte de mi hija. Es el efecto de cuenta atrás. El tiempo es un enemigo enorme, Fernando un pobre padre, es David contra Goliat.
  2. Relato de buenos y malos. Durante los años que dura la situación hubo de todo gente mala que se aprovecho de los padres para sacarles dinero y personas que ayudaron a pesar de tener pocos recursos disponibles. Entre los malos destacan la figura del mal amigo que se fuga con su dinero, del mal médico que les cobra una barbaridad por nada y del falso organizador de conciertos para recaudar fondos que también les estafa. Por la parte de los buenos aparece una anciana que con una renta de sólo 360€ al mes hace una donación mensual de 5€. Si ella puede ¿no podrás tu dar una contribución para salvar a una niña?
  3. Relato de amor. La familia se vende todas las propiedades para dedicarse en cuerpo y alma a salvar a la niña. El padre anuncia que ha sido diagnosticado de un cáncer de páncreas muy agresivo del que no piensa tratarse porque necesita todos los fondos disponibles para su hija. Aquí traspasa una doble responsabilidad a la audiencia: Si no colaboras ya no va a morir una sino dos personas, ¿a qué esperas?
  4. Relato heroico. En un punto del desarrollo del drama encuentra un especialista de gran renombre que vive en una cueva de Afganistán y ni corto ni Perozo se padre e hija se trasladan bajo las bombas a buscarle con el riesgo que supone para su vida.

El impostor

Los impostores buscan el reconocimiento de los demás atribuyéndose hechos, situaciones y experiencias que no han vivido, no reconocen en su existencia una propuesta de valor suficiente para ser conocidosreconocidos y memorables y cruzan el umbral de la realidad para entrar en el mundo de la ficción. Intentan suplir carencias personales de formación y experiencia y en otros sociales y de relación y al final deciden cambiar la realidad por la virtualidad.

En este caso el padre de Nadia, el impostor, consigue obtener ingresos “vendiendo” la tranquilidad de su audiencia de haber hecho una buena acción, salvar a su hija, a cambio de una donación. Una propuesta de valor clara que se esconde tras un hecho falso que refrenda su impostura.

¿Marca Personal u olvido?

¿Quién se acordará de Fernando dentro de unos meses? Posiblemente su huella quede difuminada y pase a los anales de la picaresca tan en boga en los últimos tiempos. Al final un impostor se convierte en un artefacto, algo que sirve para una finalidad, que se agota cuando es descubierto.

El compromiso del mensaje

Elaborar el mensaje personal es un gran compromiso, y no es delegable. Se puede asesorar, estructurar y ayudar a que tenga un contenido más depurado, pero nadie puede construirlo por otra persona a riesgo de convertirla en un artefacto y en una impostora.

La manipulación acaba creando un efecto perverso del mensaje.

En la imagen: escena del programa de Antena 3 Espejo Público con los protagonistas de esta historia

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