El otro día en la sala de espera del dentista me dió por coger uno de los cuentos que ponen en la mesita de centro. Escogí “El patito feo”. No hay nada como buena literatura con muchos dibujitos, antes de sentarse en la silla de Frankenstein.
El cuento del patito feo, es un cuento danés escrito por Hans Christian Andersen en 1843. Cuenta la historia que un huevo de cisne cayó por error en un nido de patos. Cuando nació era tan diferente del resto de los hermanos que fue repudiado por ellos y por su madre. Era el haz me reír del resto de animales de la granja por su graznido y su evidente diferencia corporal. El patito fue abandonado, hasta que un buen día se puso a llorar desconsoladamente en el estanque. Una mama cisne con sus crías pasaba por allí, “por esas casualidades de la vida” y lo oyó llorar, se acercó a él, se llenó de ternura y lo acogió junto a sus crías. El patito feo al ver su nueva mamá, se dio cuenta que la diferencia que le había marcado al nacer tendría su recompensa cuando creciera.
La verdad es que el cuento no llegó a relajarme como esperaba. Como en todos los cuentos siempre te dan una de cal y otra de arena.
La moraleja del cuento va dirigida a aquellos niños que se sienten diferentes y tristes por ello, animándolos a que no se sientan avergonzados, ya que esas diferencias pueden convertirse en cualidades especiales, que el futuro premiará.
Si lo enfocamos a las personas adultas y a su búsqueda de éxito profesional, podríamos ver la importancia de diferenciarse, de ofrecer aquello que nadie o poca gente ofrece y gritarlo a los cuatro vientos en el estanque más adecuado y seguro que vendrá mamá cisne (tu público) a buscarte. El estanque es la plaza del pueblo, son las redes sociales, crear un canal en youtube, el networking, escribir un libro, dar una conferencia, ofrecer cursos y talleres, etc, etc. Una buena estrategia de marca personal puede hacer que tu diferencia y tu valor, llegue a más gente y por tanto que seas escogido.
Encontrar la diferencia, con tus competidores, puede ser clave para destacar y ser reconocido con mayor facilidad. Esto te aventaja, pero se ha de comunicar correctamente y trazar el camino más adecuado para encontrar el estanque donde te esté esperando mamá cisne.
Esta es mi moraleja; encuentra tu diferencia y haz que tu público se entere! todos tenemos algo de patito feo.
La próxima vez me cojo el Lecturas. Lo prometo!!
Dejo el enlace al cuento que interpretó Walt Disney;
[youtube]https://www.youtube.com/watch?v=-zkXYl0bLgs[/youtube]
Ruben G Castro. Diseñador gráfico, docente y ahora asesor en marca personal.
Bachelor of Arts with Honours in Design (University of Southampton) / Graduado Superior en Diseño Gráfico (Escola Superior de Disseny Elisava) / Postgrado en Personal Branding, Marca Personal (Blanquerna. Universitat Ramon Llull)
El patito feo, la oveja negra, gran metáfora de la necesidad de diferenciarse en un mundo de más de 7.000 millones de almas. Buen post, Rubén, y gracias por la imagen, una genialidad propia de un brander!
No sé yo que post habrías hecho si llegas a coger el Lecturas Rubén 😉
Muy buenas!!
Cuanta realidad de hoy en día! Gracias por este buen post, sí, porque abre los ojos a muchas personas, ¿verdad?
Saludos y suerte,
Pilar
Gracias Guillem, Celia y Pilar por vuestros comentarios.
Ser o no ser el patito feo, that’s the question!