Durante el pasado más reciente, hasta hace aproximadamente 20 años, o lo que es lo mismo para la generación profesional anterior, la idea de una carrera profesional significaba culturalmente un proceso por el cual alguien ocupaba distintas posiciones a lo largo de su vida dentro de una organización como consecuencia de una serie de ascensos casi “automáticos o por antigüedad” a puestos de más alto nivel. Hasta cierto punto un modelo de carrera semejante al servicio civil en la administración pública.
Este modelo se fundamentaba en una carrera definida por la lógica del progreso o, en otros términos, un conjunto de posiciones en una estructura jerárquica. El modelo se basaba en las suposiciones siguientes: Una distribución piramidal de la jerarquía, Las posibilidades de crecimiento continuo de la organización para que pudiera ofrecer oportunidades mediante el ensanchamiento de la pirámide y una dinámica de compensación de los “perdedores” fundada en la continuidad en la estructura.
El mensaje transmitido era, si no creces pero eres leal, no debes preocuparte, nosotros te ofrecemos seguridad y continuidad.
Es evidente que hoy la lealtad no puede basarse en este principio. Aunque sigue siendo vital y clave para sustentar los índices de motivación que permitirán alcanzar el éxito debe fundarse en otros elementos.
Emprendedor, Consultor en Orientación Profesional y Coach. Fue uno de los pioneros en el uso de las metodologías de Orientación Profesional y Coaching en España. Licenciado en Ciencias del Trabajo, tiene un Diploma en Psicología Industrial y un Master en Relaciones Laborales. Ha trabajado en los ámbitos de la gestión de RRHH y la consultoría en Capital Humano, Empleo, y Orientación Profesional. Consejero Delegado de Alius Modus, diana.jobs, y Redes Sociales Profesionales. Autor del blog “no tengas miedo de hacerlo mejor”.
Gracias Pau,
En mi caso no llevo 20 años pero sí 10, cosa que provoca muchas veces la sorpresa, no solo en los oyentes sino también en mi misma.
Cierto que antes las empresas buscaban lealtad, demostrada mediante numerosos años de trabajo, pero qué pasa si a mitad de estos años te encuentras con que la lealtad ya no es valorada, o es minusvalorada, y lo que se valora es el saber venderte a ti mismo???
Cuando llevas 10 años en la misma empresa, la lealtad está muy arraigada en ti, y es difícil cambiar. Cómo consigues cambiar? Lo intentas, pero te tienen por el empleado fiel que siempre te seguirá, y cuando haces ese intento, entonces vienen las sorpresas….No sé Pau, difícil cuestión no?
Porque actualmente está muy de moda, y absolutamente de acuerdo, un cambio en el sistema de liderazgo, pero qué pasa con las tendencias de cambio en la actitud de los empleados?
Gracias otra vez
Lealtad, seguridad, flexibilidad, cambio. No hay lealtad sin unas ciertas dosis de seguridad. No hay cambio sin personas y situaciones flexibles. La lealtad puede estar en muchos casos en contradicción con los procesos de cambios. Se habla de flexiseguridad. Lo que esta claro es que todos tenemos que ir adaptandonos a nuevos contextos y situaciones y que el trabajo y la empresa «de por vida» se han terminado. No se si es bueno ni malo. Probablemente entre otras cosas porqué no hay marcha atrás posible.Finalmente las organizaciones que sepan establecer una relación coherente entre estos cuatro elementos son las que resistirán mejor el futuro y se acercarán al exito. Un abrazo. Pau