Marketing Humano III: Cuestión de confianza

El tremendo impacto en diversos foros sociales que está generando esta nueva vuelta de tuerca al marketing (#marketinghumano) era en cierto modo previsible, aunque no deja de sorprendernos la facilidad y la ilusión con la que se está asumiendo esta propuesta que más que cambiar el punto de vista que el nuevo marketing tiene del nuevo mercado lo que pretende es cambiar el propio enfoque. Esto es; superar el concepto mercadotécnico de empresa/producto/consumidor/persona hacia una nueva dimensión persona/persona.

La construcción y el desarrollo del personal branding tiene mucho que ver con este nuevo escenario. Las marcas personales fortalecen con valores las relaciones sociales y económicas.

Esto implica que las personas toman conciencia de su valor como marca, no como producto o cliente. La diferencia va mucho más allá de la léxica. La diferencia es la autenticidad emocional.

Yo puedo fabricar un producto y dotarle de emociones. Es realmente fácil, para eso está la publicidad. Es un ser inanimado, incapaz de comunicar per se. Los argumentos y los publicistas comunican por él o por la marca.

Sin embargo cuando hablamos de personas hablamos de particularidades, de experiencias vitales, sensoriales y emocionales. Es realidad en estado puro.

Las personas construyen su marca a partir de valores, habilidades y diferencias. Y también de una promesa de valor basada en la confianza. La confianza es en cierto modo una hipótesis aceptada sobre la conducta futura del otro.

¿Qué papel juega la confianza en el marketing humano?

El papel que juega la confianza en el marketing humano es bidireccional. Es de origen generador pero también receptor.

El primero de ellos crea un sistema de interacciones donde mi marca, mis valores, mis habilidades y mis argumentos diferenciales actúan creando un entorno de respeto y cordialidad para regir las relaciones personales y profesionales.

El segundo devuelve la confianza recibida y actúa como catalizador de las relaciones.

Este marketing de relaciones, entre personas y entre valores, el marketing humano, necesita de la confianza para ser viable y practicado.

Genera credibilidad para transmitir su promesa de valor. Genera confianza para predecir la satisfacción. Utiliza la satisfacción para amplificar y extender su modelo.

Podemos decir que gracias a la confianza, es posible suponer un cierto grado de regularidad y predictibilidad en las acciones sociales, simplificando el funcionamiento de la sociedad. Y esto es mucho decir.

Dejando a un lado el funcionalismo de esta propuesta podemos afirmar al igual que otros autores que la confianza es la base de todas las instituciones, y además actúa como contraste del poder, forzándolo a ajustarse a las propias expectativas.

La pérdida de confianza suele llegar por agotamiento emocional. Esto se produce cuando nuestra promesa de valor no ha cubierto la expectativa en forma o tiempo previsto. Y ya sabes lo difícil que es recuperarla.

¿Crees en el poder de la confianza? ¿crees en el Marketing Humano?


Pablo Adán y Guillem Recolons / Asesores de marca personal

0 comentarios en «Marketing Humano III: Cuestión de confianza»

  1. Sin duda alguna, el concepto de marketing está cambiando, y hay que empezar a tener conciencia de ello, que las personas comiencen a ver que ellas mismas son un valor de presente y de futuro, en el que hay que trabajar.El marketing humano está dando sus primeros pasos y la confianza es uno de los ejes para basar esta nueva visión innovadora del marketing. Muy buen artículo.

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  2. Confianza, cuanto se habla de confianza en Marketing, y cuantas veces se habla mal… y por ello a cuantos se ha sacado de ciertos sitios con… fianza…
    En serio, ya decía algo en el apartado «C» de «CREER», es básico la confianza en uno mismo, por supuesto, la confianza en el producto, también, pero sobre todo es muy importante que se desarrolle la confianza entre las personas, sea jefe-empleado, comercial-cliente, etc, porque, por ejemplo, yo puedo estar vendiendo bien un producto basandome en una fuerte campaña que destaca sus virtudes y que deje algo de lado a las personas, pero ¿que pasará cuando tenga que lanzar un producto que necesite de ese «contacto» perdido?, ¿como puedo seguir a mi jefe como si fuera un «gurú» de la empresa si no confío en él? Pero esto no es nada fácil, porque la confianza hay que ganarsela y venimos con una fuerte losa de hormigón que se llama «lo establecido» y que lleva lustros funcionando, parece que el Marketing Humano viene con fuerza, esperemos que se quede.

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    • Gracias Ignacio por tu comentario y tus aportaciones. Poco a poco vamos viendo cómo está más que justificado la tranformación conceptual de valores y relaciones. Y si el marketing humano no viene… lo traemos.

      Gracias y un abrazo
      Pablo Adán

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  3. Me encanta todo lo que publicas!
    La confianza es uno de los pilares fundamentales para poder crear una relación, y es muy fácil perderla pero muy díficil ganarla. Y si tienes confianza en tí mismo, esa confianza la prolongas a tu entorno.
    Sigue así!!!
    Un abrazo

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