¡No quiero irme a la puta calle!

Que te despidan no es, generalmente, una buena experiencia. En esto estamos de acuerdo. Pero con el despido pasa algo similar a los accidentes, es un dato estadístico hasta que te toca sufrirlo. En muchos casos eres sujeto pasivo, la crisis, la situación económica o la falta de competitividad de nuestra empresa te pone en la lista y ya estás en el paro pero ¿siempre es así? y cuando todavía estás a tiempo ¿puedes hacer algo?

personalbranding_despidoSi te interesa el trabajo que estás haciendo no te quedes de brazos cruzados, anticípate a los acontecimientos, ten los sensores activados para que tu nombre se aleje de la lista y hazte preguntas que te pueden ayudar. Yo te propongo algunas. Y recuerda que una vez estés en la puta calle ya será demasiado tarde.

 

  • ¿De verdad te interesa tu trabajo actual?

¿Te levantas cada mañana con ganas ir a trabajar o es un calvario que se hace difícil de soportar? Ya se que necesitas trabajar pero ¿lo que haces te hace feliz? Piénsalo dos veces porque puede darse el caso que te hayas despedido desde hace mucho tiempo pero si te interesa realmente pon toda la carne en el asador y ve a por todas.

 

  • ¿Hablas bien de tu empresa?

¿Eres de aquellos que la ponen de vuelta y media a la primera oportunidad? No estoy diciendo ninguna tontería, he visto empleados de empresas sólidas que han atravesado la crisis sin mayores problemas que hablan tan mal de su empresa que he sentido rabia y vergüenza. Si te interesa tu trabajo conviértete en el primer embajador de tu empresa, no muerdas en ningún caso al mano que te alimenta.

 

  • ¿Cómo te ves en tu empresa en los próximos años?

O ¿eres de os que creen que pensar en el futuro puede causar indigestión y lo mejor es dejar que el tiempo nos ponga donde sea? Si eres una nave sin rumbo no esperes que nadie haga girar tu timón, los cuentos de hadas son sólo cuentos.

 

  • ¿Sabes explicar de manera clara y rápida lo que aportas y puedes aportar a tu empresa?

Si eres de los que esperas que te entreguen la descripción de tu puesto de trabajo para empezar a currar vas listo, estás viviendo en el pasado, tienes carne de empleado y te pueden desemplear cuando menos lo esperes. No pierdas ocasión para hacer saber lo que eres capaz de hacer porque si estás aquí es para ayudar en algo y  esto se llama tu propuesta de valor.

 

  • ¿Cuáles ha sido las últimas aportaciones que has hecho?

Siempre puedes aportar algo y si no recuerdas cual fue la última vez que lo hiciste ponte, por favor, las pilas. Si no aportas serás uno de tantos y acabarás siendo uno menos.

 

  • ¿Hablan bien tus compañeros de ti? ¿Y tus jefes? ¿Y los que dependen de ti?

Lo que los demás piensen de nosotros importa y la opinión de algunos pesa más que la de otros. Recuerda que estés donde estés puedes influir y si lo haces tendrás tu parcela de poder que es ni más ni menos que los demás hagan aquello que de manera espontánea no harían. Tu puedes influir en todas las direcciones del organigrama.

 

  • ¿Estás al día en lo referente a tu trabajos? ¿Tienes conocimientos y habilidades para cambiar de puesto?

Si estás excesivamente especializado y no haces crecer tus capacidades en general, si no aprendes cosas nuevas, si no te formas acabaras como los dinosaurios en un museo convertido en fósil y el primer paso será irte a la calle.

 

  • ¿Conoces los objetivos de tu empresa? ¿Están en consonancia con los tuyos? ¿Puedes hacer algo al respecto?

Tu empresa está en el mercado para hacer algo, tiene una visión, una misión y unos valores. ¿Tienes tu también una misión, una visión y unos valores? Piénsalo porque te van a marcar el rumbo de tu vida y te permitirán que en cada momento puedas elegir con plena consciencia. Si no estás en consonancia con tu empresa hay algo que no va y vale la pena ponerle remedio porque si no lo haces o si no es posible hacerlo tienes los días contados.

 

  • ¿Eres capaz de  encontrar motivos serios por los que tu empresa podría querer prescindir de ti?

Sin obsesionarse en ello vale la pena planteárselo porque si detectamos que algo no va siempre tenemos la posibilidad de actuar. Una vez más la pasividad nos pone al borde del abismo.

 

  • Por último ¿has explorado otras posibilidades en el mercado? ¿tienes al día tu lista de contactos?

En cualquier caso siempre es bueno ver lo que se cuece fuera y si en caso de necesidad puedes encajar y no por ir a la defensiva sino para tomar el toro por los cuernos y tener claro cual es el mejor sitio para desarrollar tu propuesta de valor. Abrirte a los demás te aporta conocimiento y seguridad y no hay que espera a que truene para acordarse de Santa Bárbara. Tener una red de contactos potente y al día nos pone en valor y también aporta valor a nuestra empresa porque somos sus embajadores

 

Podrían haber salido más puntos de reflexión pero este es una tarea que dejo en tus manos.  Si gestionas la huella que dejas en los demás, tu marca personal, encontrarás la respuesta a estas y a otras muchas preguntas que puedas hacerte para tener la situación bajo control y evitar en la medida de lo posible que prescindan de ti si tu no lo quieres.

Image CC Search / Pixbay.com

0 comentarios en «¡No quiero irme a la puta calle!»

  1. Me gustó mucho, me hace pensar que en ocasiones necesitamos imaginar que haríamos sin empleo para ponernos las pilas.
    ¿Recuerdas el primer día en tu trabajo?,¿Aún tienes las mismas ganas y entusiasmo?
    Lo que te puedo asegurar es que te pagan lo mismo o más.

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