Personal Branding, el arte de invertir en ti (44). Humor y marca personal

 

Dicen que carecer de humor es carecer de humildad. Puede parecer una frase cruel, pero está cerca de la realidad. Quien no tiene sentido del humor está enfadado consigo mismo.

Recordamos que el pasado 18 de marzo iniciamos una serie de artículos alrededor del concepto “haz tu marca memorable“. Hemos hablado de las cualidades de narrabilidad, de bondad, de autenticidad, de disposición, de relevancia, de optimismo, de responsabilidad y de magnanimidad. Hoy hablamos de otra cualidad casi indispensable y muy recomendable: el humor.

©Quino
©Quino

Es cierto que a lo largo de nuestras vidas habremos conocido a excelentes personas sin sentido del humor y a auténticos cretinos con mucho sentido del humor.

Leo en Wikipedia “el origen del término humor viene de la teoría de los cuatro humores del cuerpo de la medicina griega, que regulaban el estado de ánimo: la bilis, la flema, la sangre y la bilis negra o atra bilis. El carácter humorístico corresponde al humor sanguíneo”.

Gómez de la Serma nos recordaba que «el humor no es un género literario, sino un género de vida.»

¿Qué tiene el humor que lo convierte en una cualidad clave para la marca personal?

Para empezar, el humor, bien gestionado, puede ser una herramienta crítica de gran eficacia, puede ser la clave para promover la tolerancia, para ver lo que los demás no perciben, para relativizar las cosas.

Pero además el humor es una demostración de grandeza: ante pequeñas crisis, ante injusticias legales, ante errores mayúsculos de la política, el humor nos dice que  todo es absurdo y que lo mejor es reír.

Pasé una excelente velada, pero no fue ésta (Groucho Marx)

Humor e ironía puede ir de la mano, pero con limitaciones: Un chiste sobre gitanos nunca será humorístico si lo cuenta un racista convencido, ya que la ironía puede herir, mientras que el humor libera.

 

5 comentarios en «Personal Branding, el arte de invertir en ti (44). Humor y marca personal»

  1. El sentido del humor también es señal de inteligencia, en la medida que muestra también sentido de asimilación de la realidad. El humor sintoniza con la colectividad, también con la afinidad, en círculos de distinta proyección. Por eso hay humor de colectivos profesionales (matemáticos, filósofos, arquitectos…), de amistades o de comunidades, ya sean culturales o sociales. De hecho muestran parte de nuestra complejidad, así como su salud. Pero como también apunta Guillem Recolons el humor también es terreno de la ironía, a medio camino de la burla, la hostigación e incluso la ofensa maliciosa. Esta faceta muestra también la capacidad humana de reforzar o desvirtuar relaciones complejas, que con una u otra forma de aplicación del humor se pueden tolerar o empobrecer. Hay gran número de personas que utilizan un humor sano, pero hay muchas otras que, en un contexto demasiado expuesto al espectáculo, utilizan un humor cómplice con finalidades dudosas, mostrando ya no pobreza, sino mezquindad. Y un último apunte para la reflexión: el humor también muestra torpeza, sobre todo cuando el contexto no es el adecuado, y no me refiero sólo ante injusticias, sexismo, racismo u hostigación cultural, me refiero cuando el contexto es grave, cuando las sociedades no esperan humor, esperan seriedad. En tiempos de crisis, el humor debe ser responsable y más inteligente, y sólo conviene mirar un poco atrás, con las publicaciones satíricas de principios del siglo XX se produjeron fuertes disturbios, y al final vinieron dos dictaduras, sobreviviendo sólo el humor infantil, recordáis el TBO? Pues bien, estamos volviendo al humor satírico y al periodismo sarcástico. Y de inventos del TBO ya no esperamos muchos…
    Felicidades por el artículo, muy oportuno!

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  2. Decía Joaquín Sabina en una entrevista «… siempre he desconfiado de las personas sin sentido el humor…» Es cierto, el sentido del humor nos hace la vida más llevadera a nosotros mismos y ,por ende, se la hacemos más fácil a los que nos rodean.

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