Es muy probable que Podemos, en las próximas Elecciones Generales españolas (2015), desbanque al Partido Popular (PP) y al Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como la primera fuerza política española. Sería sin duda un hecho inédito e histórico, porque un partido recién creado y en las antípodas de lo que son los grandes partidos políticos españoles y de lo que la gente ha votado en todas las anteriores legislaturas podría acabar con el bipartidismo, característica principal del sistema político español
A muchos el fenómeno Podemos les ha pillado en fuera de juego y han tenido que estudiarlo y tratar de entender las claves de su éxito. Después de los resultados de las pasadas elecciones europeas muchos lo descubrieron (me incluyo) y en muy pocos meses se ha consolidado como una alternativa real a PP y PSOE. La cosa parece que va en serio porque, según estudios oficiales y oficiosos, ya es la primera fuerza política en intención de voto directo.
Podemos vende, así se lo reconocía el propio Iglesias a Jordi Évole en la entrevista que le hizo hace unas semanas en el programa de TV Salvados. Las televisiones se los rifan porque saben que si algún dirigente del nuevo partido es entrevistado o aparece en algún debate las audiencias se disparan. Salir en los medios les ha ayudado a darse a conocer y a difundir su mensaje político, permitiéndoles consolidarse como alternativa, pero también han sido el movimiento político que mejor ha sabido aprovechar el potencial de internet y las redes sociales. Sin ellas no habrían llegado tan lejos y es evidente que representan a una nueva generación que entiende y dominan el nuevo lenguaje digital y la comunicación 2.0.
Aunque, más allá de que hayan sabido exprimir al máximo las posibilidades que los medios de comunicación les ofrecían, si lo que dicen no hubiese gustado no hubiese acabado por atraer a tanta gente.
Podemos representa una cosa, es un mensaje, una idea: la refundación del sistema democrático español, esa es su marca.
Si el cambio lo prometen muchos otros partidos que estaban antes que ellos ¿por qué se les toma en serio, por qué están convenciendo a la opinión pública? Si se analiza el fenómeno, veremos que debajo de la marca Podemos existe un branding político complejo pero de profundo calado. Veamos las marcas de Podemos:
#PabloIglesias. No hay movimiento político que triunfe sin un líder que lo guíe, impulse y dirija. Las personas buscamos liderazgos fuertes que nos digan qué, cómo, cuándo: que nos marquen el camino. Pablo Iglesias es el protagonista indiscutible de Podemos, sin el cual seguramente no habrían llegado tan lejos.
#Casta. Probablemente su idea más popular y de la que se derivan las demás. Han etiquetado al establishment político/económico/empresarial/periodístico como una casta y los identifican con una élite que trabaja sólo para y por ellos en contra del interés general y encerrados en sí mismos e impermeables a las demandas ciudadanas. De esto han hecho su leit motiv.
#Podemos. Toman el relevo de Barack Obama: del “Yes We Can” al “sí se puede” o “claro que podemos”. El movimiento político denuncia una situación determinada pero sobre todo expresa un mensaje positivo de cambio y anuncian que están para ganar: “No hemos venido para ser un partido testimonial, sino para gobernar”, dice Iglesias cada vez que puede. La gente se los cree más allá de que sus propuestas sean realizables porque representan para muchos la “esperanza” del cambio, pero también porque ellos mismos son los primeros que se creen que pueden.
#Aporellos. De la denuncia de la casta a la promesa de hacer limpieza. Si por algo la gente quiere votarlos es porque prometen acabar con la corrupción y con un sistema que juzgan injusto e insolidario. Así fue aclamado Pablo Iglesias cuando fue elegido Secretario General de Podemos, al grito de “a por ellos”.
#Democracia. “La corrupción es una pandemia que amenaza la supervivencia de la democracia”. A Pablo Iglesias, como hemos dicho antes, su propuesta le puede cojear por su discurso izquierda-derecha, económicamente hablando, pero su estrategia está centrada en el eje poder-ciudadanía. Democracia no como un sistema político en el que con votar cada 4 años haya suficiente, sino como un sistema de empoderamiento ciudadano de las instituciones y el poder. La gente quiere protagonismo y que se le tenga en cuenta y el discurso de Podemos encaja muy bien con esta demanda.
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Community Manager de Soymimarca / Licenciado en Ciencias Políticas (UAB) y Máster en Community Management (IEBS) / Apasionado y blogger panarra.