Querida reina Letizia,
Bienvenida al mundo de la comunicación comercial. El destino ha querido que seas uno de los iconos de España y entre tus responsabilidades recae también la de estar a la altura de tu generación. Una generación en el que las mujeres ganan por goleada ya plenamente incorporadas en todas las profesiones, incluso en la tuya, ya que las monarquías están sembradas de plebeyas consortes. Espero que seas una mala madre, aunque no te he visto nunca como princesa retuiteando alguno de los interesantísimos post del blog www.malasmadres.com. Y que te sueltes un poquito la melena ¿Para qué quieres ser perfecta? Te vamos a criticar igual. Un divorcio, un aborto, un fracaso pueden hacer a las royals más auténtica y más autorizadas. Tengo un amigo brandólogo (Guillem Recolons, socio fundador de Soymimarca) que después de proclamado el rey Don Felipe VI puso en cuestión su marca personal poniendo el foco en el mensaje y en su público
Tu, reina Letizia ¿Qué marca tienes?
Prometías mucho cuando eras plebeya pero como reina si no espabilas vas a defraudar…¿Quien ha dicho como tiene que ser una reina del siglo XXI? ¡Y con qué autoridad! Tu eres la primera reina española de sangre roja y universidad pública. ¡Demuéstralo! ¿ A qué estás esperando para compartir? No te equivoques de siglo y comunica que ya estás tardando. Lo que vemos no vende un colín.
Se educa con el ejemplo. El tuyo tenía todas las variables necesarias para que tus niñas conocieran de primera mano todas las oportunidades de un mundo transversal. Y lo que vemos por la tele no es ni carne ni pescado. ¿De qué vas reina Letizia, con Z?
Espero que la década que llevas codeándote con la flor y la nata de la sociedad haya servido para algo más que estirar tu piel y retocar tus atributos físicos en busca de ideales de belleza a los que muchas aspiramos. La estética no está reñida con la ética, más bien lo contrario.
Ahora ya puedes diferenciarte bastante más. Empieza quitándote lo de consorte para que tus hijas tengan como referencia una madre profesional. Es más feo que la quijada. En la España de la Constitución del 78 una reina no puede mandar, pero sí influir. Esa Constitución no va a durar mucho pero pasará a la historia, como tú. Aprovecha para que tu huella te distancie de Sisi emperatriz. La talla no es solo la de la ropa.
Hoy conciliamos todas cuando nos dejan. Tu también. Socializa y comparte tu vida en Facebook ¿Qué tiene de malo? ¿Por qué no tienes Twitter oficial?
El discurso del rey no desató pasiones ni en él. Dicen los que piensan en positivo que fue un manual de estilo. ¿Pero de qué estilo? En el siglo XXI el estilo que triunfa es el directo y no los eufemismos ¿Cómo vas a sorprendernos?
Tendrás que contarlo todo ¿Quién quiere una reina sin blog?
De momento Doña Letizia mi reina es Elisa Zaragoza, joven empresaria que comparte su tiempo entre su propio negocio, su familia, sus amigos y una ONG, Publicitarios Implicados, donde lleva varios años ocupándose de rentabilización los recursos ejerciendo como subdirectora. Elisa es elegante, viste con estilo, es guapa y más joven que tu. Trabaja lo próximo y está contentísima de compartir todo lo que ha aprendido a diario con sus clientes.
Elisa es soberana, habla con autoridad, práctica la escucha activa desde el ejercicio libre de una profesión que como la corona ha de ir de humilde por la vida.
Copia de Elisa con “S” reina de España. Lo que toca es hacer saber, no figurar.
Cuando te vea con una camiseta de la ELA existe, o en El Sol o El Chupete, te daré crédito, hasta entonces solo me queda decirte que llevar a la familia vestida de primera comunión para ser proclamada real no es suficiente.
Foto: Letizia Ortiz Rocasolano oil paint 2012 CC BY-SA 3.0 — Travail personnel
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Reyes Ferrer. Publicitaria, diferencióloga. Socia fundadora de Cortesía Empresarial S.L. Empresa pionera en el desarrollo de contenidos de calidad para marcas, en la creación de valor para los clientes y en el desarrollo de experiencias capaces de hacer que los clientes presuman de las marcas con las que se identifican y hablen bien de ellas.