¿Quieres brillar? Empieza dando brillo, por @guillemrecolons

Últimamente he oído muchas veces esta pregunta ¿cómo puede brillar un profesional? De acuerdo, ¿quieres brillar? Deja que plantee un símil para responder a eso de una manera gráfica:

Somos los limpiabotas del S. XXI

Eo naya / shutter stock.com
Eo naya / shutterstock.com

En efecto, esa figura ya casi olvidada del limpiabotas explica a la perfección la forma en que podemos brillar: haciendo que brillen los demás.

No hay que avergonzarse por adoptar ese rol, de hecho, si la Wikipedia no nos engaña, insignes personajes empezaron su andadura como limpiabotas, como James Brown, Lula da Silva o el mismo Malcom X.

Lo cierto es que la expresión éxito profesional ha perdido su valor, igual que la palabra calidad, se han desgastado y ahora encuentro más acertada la expresión “como puedo brillar”, es más original y evita eufemismos.

Hace unos días Alicia Pomares publicó un excelente artículo en el blog Con tu negocio en que hablaba de la marca personal y el síndrome de Solomon, ese que impide que las personas puedan brillar para no molestar a los demás, para no saltarse lo establecido como normal. En el artículo Alicia incluye tres vídeos de colaboraciones que nos pidió a Cèlia Hil, a Jordi Collell y a . En mi caso, preparé un vídeo breve (menos de un minuto) en que explico exactamente esto, que para brillar hay que conseguir primero que los demás brillen.

Aquí tenemos el vídeo:

También hace pocos días Tino Fernández, director de Expansión & Empleo me pidió opinión para un nuevo artículo con un trasfondo parecido, bajo el título “Para qué sirve ser ‘influencer’ dentro de tu propia compañía”, un texto que comparto con dos buenos amigos y colegas de profesión, Eva Collado y Andrés Pérez Ortega. Ahí explico que hacer que los demás brillen no suele implicar beneficios tangibles inmediatos, de modo que esta estrategia no es apta para cortoplacistas, pero que a la larga el que hace brillar acaba brillando con luz propia y consiguiendo sus aspiraciones.

Proveedores de valor

Todo eso me lleva a pensar que para brillar no es suficiente con mostrar tu valía, sino que debes convertirte en un proveedor de valor. Si lo miras bien, la esencia del famoso elevator pitch es esa, soltar a lo bestia y en seco cómo puedes hacer brillar a tu cliente. Me estoy preparando el mío siguiendo las instrucciones fantásticas de Fabián González y su Perfect Pitch. A ver qué te parece esta entrada a modo de “wow”: “Hola, soy limpiabotas de organizaciones, me dedico a sacarles el brillo que merecen”.

¿Quieres brillar? ¿Estás listo para ser limpiabotas?

Foto de cabecera: Shutterstock.com

5 comentarios en «¿Quieres brillar? Empieza dando brillo, por @guillemrecolons»

  1. Hola Guillem,
    Muy interesante el símil del limpiabotas. Yo he trabajado en mi blog la metáfora de brillar como las estrellas. Al fin y al cabo, en el cielo hay millones de estrellas que brillan y en el planeta tierra, también hay cabida para que las personas puedan brillar/destacar, todas a la vez. A mi me gusta definirme como ¡descubridora de estrellas humanas! Ayudar a explorar el talento de la personas y contribuir a que puedan brillar. ¡¡Gracias por tus siempre interesantes aportaciones!!

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    • Gracias a ti Laia, sigo tu blog y me parece un símil fantástico el de las estrellas, desde luego más poético que el de «limpiabotas». Buscaba una profesión que diera brillo, y la de bolero (limpiabotas) me lo ponía a tiro. Me alegra y mucho que las aportaciones sean interesantes para ti. Un saludo estrellado 😉

      Guillem

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  2. Hola Guillem,
    Efectivamente, la importancia de lo que entregamos radica en cuánto valor vamos a entregar con quien trabajamos. Eso incluye la resonancia, la empatía capaz de generar, la coherencia y nuestra fiabilidad.
    Por cierto.. ¡me encanta la intro de tu pitch! ¡Wow a tope!
    Un saludo y gracias por tu post ?

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