No se trata de las figuras de una baraja de naipes sino de algo un poco menos frívolo aunque por lo que la realidad nos deja entrever muy mundano. Desde la mitad del siglo pasado parece ser que las monarquías en general, no tengo la más mínima intención de personalizar, están haciendo serios esfuerzos para lastrar su marca personal y cuestionar su credibilidad frente a sus súbditos que, en lenguaje de marca , son su público objetivo.

Una vez descubierto que la intervención divina no es relevante para la implantación, sostenimiento y futuro de las casas reales, puede ser interesante que nos preguntemos por qué no gestionan la marca personal de sus miembros como lo haría cualquier ser humano que quiera ser recordado, tenido en cuenta y ser el elegido. Aunque a decir verdad lo de ser el elegido, en el sentido literal, en ese caso no aplica pero puede ser asimilado a ser aceptado por la sociedad.
Todos tenemos una marca personal desde el momento en que nacemos y que se concreta en un nombre que nos identifica, en una manera de ser, una identidad que transmitimos en el reflejo de nuestros valores, en la comunicación de nuestras habilidades y en definitiva en la percepción que los demás tienen de nosotros a través de la confianza que transmitimos.
La marca personal no se crea ni se destruye sino que se gestiona y puede moverse desde el reconocimiento público – el ser un referente – hasta el ostracismo y el olvido en el mejor de los casos.
Toda marca personal se sustenta sobre atributos racionales y emocionales, los primeros son producto del discurso, de valorar lo que es objetivamente mejor frente a otras opciones mientras que los segundos se basan en lo que dice el corazón del público objetivo. Razón y emoción a veces van a la par y otras veces no.
En marca personal siempre hablamos de la necesidad de ser auténticos, coherentes y de reflejar con la manera de actuar aquello que predicamos sobre nosotros mismos.
Los valores marcan el camino, son indicadores que reflejan la manera de actuar de cada persona porque no todo vale para cumplir una misión fijada. La percepción de los valores llega al corazón de las personas, crea expectativas y genera confianza, nace en la mente y anida en el corazón. Pero se convierten en una arma arrojadiza cuando se demuestra que lo que se predica y la vida real van por distintos derroteros y pueden transformar una marca personal potente en una caricatura.
Hacer florecer una marca, ganarse la aceptación del público objetivo, es una tarea que lleva su tiempo, estamos hablando de años, pero destrozarla puede algo instantáneo sobretodo si defrauda el corazón de las personas.
Pensar y actuar con valores tiene sus frutos pero supone también renuncias y es aquí, volviendo al principio, donde las monarquías muchas veces cojean. Y como se trata de instituciones, cuando uno de sus miembros resbala es el conjunto que se tambalea.
Mantener prestigio de la marca es una tarea constante, no valen paños calientes ni de acordarse de Santa Bárbara cuando truena y mucho menos ponerse a temblar cuando alguien enseña los colmillos…del lobo.
Asesor de marca personal y socio de Soymimarca / Profesor Asociado en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL) y Director del Posgrado en Personal Branding en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL) / Economista (UAB). / PDD & MBA (IESE Business School & The University of Chicago). / Coach titulado (University of Texas, Dallas). Miembro de AECOP. / Miembro certificado de la International Coach Federation ( Associate Certified Coach). / 25 años CFO,CEO. Co fundador del Grupo Sintax Logistica.
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Muy buen analisis Jordi, me ha gustado mucho la frase, La marca personal no se crea ni se destruye sino que se gestiona. Os dejo un vídeo de Iñaki Gabilondo, hablando sobre la figura del Rey http://blogs.elpais.com/la-voz-de-inaki/2012/04/conjura-contra-la-corona.html
Gracias por el video.Me alegro que te haya gustado, Javier
A ver qué limpieza de imagen le hacen a la Casa Real, porque han entrado en una racha tremenda.
Buen articulo, por cierto.
El primer paso han sido las disculpas, breves pero efectivas.
Veremos que sorpresas nos deparan los responsables de comunicación.
Jordi, precisamente son las contradicciones entre lo que se dice y lo que se hace o como nos comportamos lo que valida o destruye una marca. Importante no olvidar que nuestra marca la debemos proteger y mantener siempre y en cada acto publico o privado de nuestras vidas. Nada es eterno….ni lo suficientemente real para permanecer intacto en el tiempo. Mas aun, cuando quien la tiene es la imagen de una nacion mas alla de una dinastia….A los ojos de la comunidad internacional es mas que una foto de cazador…. Excelente articulo
Tienes mucha razón Rocío. Un desliz de un momento puede poner en jaque toda una trayectoria de marca personal.
Hemos de gestionar nuestra marca personal, como si de una marca comercial se tratase. ¿Tienes un objetivo?¿Una estrategia? ¿A quién vas enfocado? Esto es solo el principio de un largo camino, en el que gestionar nuestra marca, se enfoca como si fuese un producto. Una buena planificación te ayudará a poder conseguir tus objetivos. ¡Ánimo todo es Marketing!
Todo es integridad, Noelia. La marca personal es la huella que dejamos en la arena, es nuestra estela, es lo que los demás perciben de nosotros.
Como bien ha comentado Rocìo son «las contradicciones entre lo que se dice y se hace» lo que echa por tierra una marca, personal o empresarial.
La monarquía española, precisamente y gracias a la figura de su actual rey, ha ido capeando el sentimiento republicano o el de aquellos que meramente ven en la institución real un gasto innecesario, gracias, pienso yo, a que èste, como buena «marca», ha sabido conectar emocionalmente con su «target».
Es por ello que las críticas de estos días no han sido, a mi juicio, demasiado desproporcionadas y no han pasado de una mofa que ha hecho «mezcladillo» con la anécdota de Froilán. Amèn de que sus disculpas de hoy han sido recogidas poco menos que como «gran gesto». Digo yo: què menos SM!!
Vive días críticos la marca real, y no lo son más por el juancarlismo arraigado en muchos sectores.
Alba Maria: La gestión de la marca personal, de toda marca, es constante, día tras día. Olvidar este principio a la larga es la mayor fuente de erosión de una marca.
Excelente!! RT a pleno. Muy buen sitio!
Encantado de que te haya gustado el post. Cuando una marca personal se desvía de los valores que ha declarado las consecuencias pueden ser nefastas.
Gracias por leernos y por los RT.
Recién estoy empezando a trabajar mi marca personal online. Tu artículo es inspirador para quienes empezamos.
Estamos en la Era de la Influencia Económica, y cada vez más tener una marca personal sólida será más imprescindible en la manera de buscar empleo o hacer negocios.