Rumbo a ningún lugar

–      ¡¡ Izad las velas, levantad amarras!!

–      ¡Sí mi capitán!

–      ¡¡Seguidme mis valientes!!

–      ¡¡Sí mi capitán!!, pero… ¿hacia dónde vamos?

–      ¡¡Vamos hacia el sol!!

–      ¡¡Con usted iremos mi capitán!!, pero.. ¿por qué hacia el sol?

–      ¡¡Porque lo desconocido nos espera!!

–      ¿Y qué hay allí?

¡¡Esa es la aventura, que hay que descubrirlo!!

El barco partió, y nunca más se supo de ellos.
Persiguió una vida de intrépido aventurero, se lanzó al vacío, a la nada.
No fue un héroe, y su arriesgada acción tan sólo quedó en los familiares de sus marineros.

Intenta no trazar un rumbo equivocado, pero nunca traces un rumbo a ninguna parte. Averigua antes de partir qué hay allí donde vas, y para qué necesitas llegar. Y sobre todo, nunca sigas a alguien que no tiene claro su destino.

Si no sabes dónde vas, nunca sabrás si has llegado.

Deja un comentario