¿Seguiremos comprando pulseras LIVESTRONG?

En el caso de Lance Armstrong y de la fundación  que él creo, Livestrong, ¿merecen ambas marcas una condena?

No estamos aquí para juzgar lo que ya ha sido juzgado. Armstrong ha sido desposeído de 7 Tour de France como consecuencia de dopaje. Pero resulta que Armstrong, al curarse de su cáncer en febrero de 1997 creó la Fundación Livestrong, una fundación que ha hecho mucho en la lucha contra esta enfermedad. Una Fundación que, además, creó el mayor invento de «fundraising» conocido hasta la fecha: las pulseras amarillas Livestrong al precio simbólico de 1 dólar.

Es difícil conocer a alguien que no haya comprado o vestido esta pulsera. Yo mismo, sensibilizado con esta enfermedad, recuerdo haber comprado más de 100 pulseras entre los años 2000 y 2006. Si nos fijamos en deportistas de élite, muchos la llevan todavía, y también entrenadores y directivos.

Lo primero que hizo Armstrong al confirmarse su sanción por dopaje de su equipo US Postal fue dimitir como presidente de la fundación Livestrong. Y lo hizo de forma voluntaria.

La pregunta es ¿seguiremos ayudando a la Fundación Livestrong o la meteremos en el mismo «paquete tóxico» de Armstrong?

Nos encontramos con un caso de reputación mayúsculo, que ha producido muchas frustraciones en todos aquellos que consideraban a Lance Armstrong un modelo de marca personal. Algunos dicen que ha sido víctima de una caza de brujas, otros que el ciclista merecía la condena… Pero hay algo que podría quitar el sueño a más de un mortal:

Hace 3 días escuchaba en un programa de radio las declaraciones de un ciclista de élite (obviaré nombres) que manifestaba lo siguiente: Es imposible que una persona, por bien entrenada que esté, mantenga un rítmo del 100% en una competición como el Tour de France, a una media de 240 Km diarios, subiendo puertos de montaña muy exigentes y durante 15 días seguidos. 

Que cada cual saque sus conclusiones. Esta frase no la dijo un personaje de ficción, la dijo un campeón de ciclismo. También sabemos que de las 21 personas que subieron al podio durante los 7 años en que ganó Armstrong, solo 2 no han sido implicadas en casos de dopaje. Yo no soy un experto en medicina deportiva, pero parece que el ciclismo de élite no está exento del consumo de productos y fórmulas que ayudan a sobrepasar el umbral de lo humano. Si esto es así, ¿Quién establece los límites? ¿Hasta cuándo es dopaje o no lo es? ¿No es cierto que para competir con alguien que «se pone un turbo» hay que explorar fórmulas para no quedarse atras?

Y a lo que vamos… ¿Qué culpa tiene la lucha contra el cáncer -y la fundación Livestrong- de que su exPresidente haya rebasado otros límites? Armstrong da las gracias por la ayuda recibida e invita a que sigamos colaborando con Livestrong.

Photo: Paul Coster – cropped and revised version of Lance Armstrong Tour Down Under, CC BY 2.0 

 

0 comentarios en «¿Seguiremos comprando pulseras LIVESTRONG?»

  1. En mi opinión ninguna de las marcas merece una condena. Hay mucha hipocresía en el tema del doping, particularmente en el ciclismo. Entre todos los cracks de la bici ( y todos se dopan) Armstrong ha sido el que mas… y basta!

    Luchó contra el cáncer con drogas (legales) y luchó por su carrera como los demás colegas con drogas ilegales, posiblemente fabricadas por los mismos laboratorios que fabrican drogas legales!

    ¿Quién decide los límites?… para mi si se quieren drogar y hipotecar su futura salud allá ellos…

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    • Coincido con todo excepto con el comentario final «…si se quieren drogar y hipotecar su futura salud allá ellos».

      Te explico: creo que estos personajes son líderes de opinión, son modelos de conducta y tienen miles de seguidores. Lo deseable sería que practicaran dando buen ejemplo. Creo que lo que hipotecan no es su salud, sino la de miles de seguidores que pueden seguir sus malos pasos.

      Just an opinion, of course!
      VBR

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