Selección k

Hay seres vivos que se reproducen por miles, dejando al azar la supervivencia de muchos de ellos, y por lo tanto la selección genética. Sin embargo hay otros que se reproducen de manera más controlada, a menor escala, por lo que invierte mucho en ellas, mucho tiempo, mucho sacrificio. Lo primero es la selección “r”. Lo segundo, la selección “k”.

Tad Waddington es un especialista en el análisis del rendimiento de las personas en las empresas, e intenta convencernos del gran potencial que se puede obtener de ellas desde dentro de las organizaciones.

Realmente esto a simple vista tiene poco que ver con la marca personal, sin embargo para el desarrollo de una marca personal (Dios mío, más alla de la identidad digital) es fundamental el establecimiento de objetivos.

En la medida en la que seamos capaces de cerrar nuestro círculo de aptitudes y posibilidades, a aquellas que más posibilidades de éxito tienen, y nos centremos en ellas con sacrificio y entrega, como objetivos reales y retadores, más cerca estaremos de llegar a cumplirlos.

Así pues, nuestro amigo e iniciador de la marca personal Tom Peters ya nos lo cuenta de manera parecida. “No sólo hay que hacer una lista de prioridades que hay que hacer. También otra de lo que no hay que hacer”.

No dejemos que la ausencia de claridad y concreción en nuestros objetivos deriven en un amplio abanico de ellos. No hace falta que sea sólo uno, pero nunca muchos y dispersos.

Todos sabemos en qué podemos destacar, en qué somos mejores, o en qué podemos serlos si nos lo proponemos. Y si no lo tienes claro estamos para ayudarte. Ahí es donde nace la palanca que hará que podamos mover nuestro mundo, y por qué no, el de los demás. A eso se le llama Dejar Huella. ¿has empezado ya?

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