Debo reconocer que lo mío no eran las matemáticas. Siempre me he movido mejor en las humanidades. Y así me luce el pelo 😉
Las Naciones Unidas estiman que en 2020, la población mundial es de 7.500 millones de personas. Eso, si mi calculadora no me engaña, significa que cada uno de nosotros supone un 0,000013% de la humanidad. La verdad, muy poco.
Y la cosa va a peor, según este gráfico, en 2050, con 9.700 millones de personas, nuestra importancia será tan insignificante como de un 0,000010%.

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Ser alguien tiene que ver con significar
Ya demostrado que no solo NO somos imprescindibles, sino que somos una pequeñísima porción del mundo, mejor hagamos caso a mi querida Elena Arnaiz, y dejemos de darnos tanta importancia. Nosotros, los humanos no somos importantes, lo importante es lo que podemos hacer por otros humanos.
Ser alguien significa vocación de servicio
Y con servicio no me refiero solo a servir, me refiero a aportar. Preguntémonos si las horas que dedicamos cada día a nuestro trabajo son útiles para alguien. Esa es la clave. Si ese día hemos sido útiles para una persona, hemos logrado ser su 100% del mundo por un día.
Planteémonos micro-objetivos. No podemos ser útiles para todo el mundo. Ni siquiera el presidente de la nación más poderosa lo es.
Ser alguien implica ir tras un propósito
He hablado muchas veces de propósito en esta web y en la mía. Pienso que propósito y vocación van de la mano. Y si no, observa que maravillosa definición de vocación la del Profesor de filosofía Roger Eberz (Universidad de Dubuque):
La vocación es la respuesta de uno a una llamada desde más allá de uno mismo para usar sus fortalezas y dones para hacer del mundo un lugar mejor a través del servicio, la creatividad y el liderazgo.
Interesante, ¿no? Al final, un propósito es la idea de hacer del mundo un lugar mejor, y eso es significado, vocación de servicio y razón de ser.
Rompe la estadística, sé 100% para algunas personas
Rompamos ese 0,000013% y, aunque sea por un tiempo finito, seamos un 50%, un 100% o algo significativo para unas personas, un colectivo, una pequeña ciudad, una comunidad.
No podemos llegar a todos. La clave para importar es aportar, no mostrarnos con fotos y titulares bonitos, ni poner anuncios en todas partes. Aportar se basa en la acción, en los hechos, no en las palabras.
Las personas que tienen éxito son las que logran que sus clientes les lleven más clientes. Y eso implica un esfuerzo en tres áreas clave: autoconocimiento, estrategia y un plan de comunicación, lo que suelo llamar el Iceberg de la Marca Personal.
Ser alguien tiene sentido porque hay otras personas que necesitan nuestra aportación de valor… ¿sabes cuál es la tuya?
Photo by Karim MANJRA on Unsplash
Consultor, formador y conferenciante sobre personal branding.
Socio fundador y Personal Brander en Soymimarca.
Convencido de que todo deja marca, ayudo a humanizar empresas y ayudo a profesionales a proyectar su marca para lograr sus objetivos.
Además de Soymimarca, soy socio en Integra Personal Branding México, y Director de Branding en Omnia Branding.
Profesor en ISDI, en el EMBA de IESE. Publicitario colegiado, master en Mkt y estudiante de grado de Humanidades (UOC).
Mi ADN está formado por experiencias en Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
guillemrecolons.com
Su mensaje llegó hasta Brasil. No es solo 0,000013%, es mucho más! Gracias por compartir!
Gracias a ti Luis, es posible que lo mío no sean las matemáticas 😉
Excelente reflexión y aproximación de la verdadera razón de nuestra existencia; con un enfoque estructurado y profesional; aterrizado al siglo XXI
Mil gracias Marisol, un abrazo mediterráneo!