Ser joven, ¿tocado y hundido?

Veo en muchos jóvenes signos palpables de desesperación en la manera de cómo hacer frente al futuro. El paro y la falta de oportunidades lastran su esperanza, detrás de cada negativa o de cada silencio no se abre ninguna vía de salida a la que agarrarse, muchos aunque sobradamente preparados no tienen la más mínima posibilidad de independizarse porque lo que debería ser su salario no alcanza los mínimos vitales. ¿Los tiempos pasados fueron mejores? Yo creo que no.

El jueves pasado abrimos en la Facultad de Comunicación de Blanquerna ( Universitat Ramon Llull) las actividades del curso para sus Alumnii hablando de lo nuestro: la Marca Personal y dado que es una facultad joven, poco más de una década, sus antiguos son en su mayoría jóvenes también.

El debate final abordó la falta de posibilidades para encontrar un trabajo estable y bien remunerado a pesar de los intentos múltiples y fallidos y de la situación de vacío, indefensión y hastío que genera en cada persona. Es una situación de difícil digestión pero estoy convencido de que hay una puerta abierta a la esperanza que se basa en un cambio de paradigma y en una cuestión de método, de filosofía de vida.

A los baby boomers, generación a la que pertenezco, se nos educó todavía en la filosofía de un empleo , si no de por vida, por lo menos de larga duración y donde no llegaba la oportunidad en el mundo privado el Estado con su legión de funcionarios cubría la necesidad. Bastantes de mis colegas de universidad optaron por el funcionariado aprovechando que la transición generó una demanda considerable. La situación ha cambiado completamente, por una parte los puestos de trabajo de larga duración están en fase de clara extinción y los de por vida suenan a recuerdo lejano y la crisis actual, que no será la última, ha lanzado serios avisos a los servidores del Estado, esto no se puede sostener y lo peor está por llegar. Del recorte de salarios, caso de la sanidad pública, es fácil pasar al recorte de plazas como en Grecia. El cambio de paradigma se impone, se ha acabado el trabajo fijo o estable de por vida y hemos de enfocarnos por otros derroteros.

Lo que podría parecer un desastre, una puerta abierta a un apocalipsis social y económico yo lo leo en clave positiva. Se ha acabado la era de los empleados y se abre la era de los profesionales, se ha agotado el trabajo fijo o estable de por vida y se abre la época del trabajo por proyecto. En los tiempos no tan lejanos cambiábamos de empresa alguna veces durante nuestra vida profesional, y a partir de ahora nunca trabajaremos de manera fija para la misma empresa, para el mismo cliente. Perderemos en seguridad pero ganaremos en motivación y en calidad de nuestra intervención, no habrá lugar para la permanencia aburrida en un trabajo y tendremos que renovar día a día las ganas de hacer una tarea bien hecha, estamos saliendo de la mediocridad para entrar el la auténtica excelencia.

La situación anterior que recomendaba situarse en el centro de la distribución de competencias profesionales, ni demasiado bueno, ni demasiado malo, en definitiva no destacar en exceso para ir tirando. Y si esto agotaba la pasión y la ilusión en el campo profesional, qué le vamos a hacer , era el peaje a pagar por la seguridad y la continuidad en el empleo. En la nueva situación esto también se está acabando. Dejaremos atrás las mayorías silenciosas para pasar a los profesionales con marca personal ya que al trabajar por proyecto y proyecto a proyecto tendremos que tener muy claro y muy visible quiénes somos y lo que realmente queremos y sabemos hacer para que los demás nos encuentren, crean en nosotros y nos convirtamos en los elegidos. Adiós la mediocridad, la monotonía y lo gris , llega la excelencia, la marca personal.

El momento presente es de transición, las transiciones crean vacíos e incertidumbres pero también oportunidades. Abandonar el viejo paradigma y las prácticas grises y abrazar el trabajo por proyecto apoyado en una marca personal potente marca la diferencia y es el punto de luz al final del túnel. Depende de cada cual. Yo prefiero lo que viene a un mundo de zombies.


Jordi Collell / Coach y Asesor de Marca Personal

0 comentarios en «Ser joven, ¿tocado y hundido?»

  1. Querido Jordi, a la vista de la situación, el cambio de paradigma irá mucho más allá de tu, si me permites, sencillo cambio cosmético. En mi opinión estás muy lejos de imaginarte lo que viene, de hecho, quizá se parezca más a un mundo de zombies que lo que tú consideras el actual.

    Yo veo dos opciones: por un lado tenemos la oportunidad única para acometer una redefinición total y profunda del modelo productivo y de consumo. Por otro lado un ejercito de zombies luchando simplemente por sobrevivir en un mundo agotado… y de momento no veo los pasos necesarios para transitar por el primer camino.

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    • Gracias Dustin por tu comentario. El cambio de paradigma pasa precisamente por que cada cual busque su lugar y potencie el cambio y los cambios empezando por si mismo, hay que acabar con la parálisis por el análisis y ponerse las pilas ya! El cambio que visualizo no es cosmético, es de fondo; pasamos de un modelo organizativo basado en la seguridad, siempre relativa, en el empleo en la carrera profesionales basada en la gestión de los «recursos humanos» con la elaboración de planes de carrera a plazo a un modelo que contempla todo esto como roto. Ni el propio Estado va a ser capaz de garantizar nada. En este contexto ser zombie o actor en primera persona es una decisión de cada cual. El camino de gestionar nuestra marca personal es una apuesta organizada por nosotros, por la persona, y no siendo garantía de nada en concreto abre la puerta a que lo que nos proponemos sea posible. Si no sabemos lo que queremos ni a dónde queremos llegar difícilmente iremos a alguna parte o haremos algo provechoso, si no comunicamos lo que somos, lo que queremos y nuestra propuesta de valor nadie sabrá de nosotros. Una cosa es cierta, en cualquier situación si no te ven no existes.

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      • Gracias por publicar mi comentario y por tu respuesta. No todos los que publicáis en esta web hacéis esto y menos tan rápido.

        Estoy bastante de acuerdo en la primera parte de tu respuesta: nadie, ni siquiera (o debería decir «ni mucho menos») el Estado va a garantizar nada. El paradigma de las últimas décadas ha quedado definitivamente roto.

        Sin embargo, yo veo en tu propuesta un cambio cosmético porque se basa en modificar la forma en la que nos movemos en el sistema pero no en tocar el fondo del sistema en el que nos movemos. No plantea entrar en los objetivos de fondo de la sociedad y de las personas, no entra en qué hacemos ni por qué lo hacemos, algo en lo que, en mi opinión, está la raíz del problema.

        Abrazar tu propuesta puede servir, a algunos que logren hacerlo bien, para ganar tiempo, salir adelante al menos temporalmente mientras otros se hunden pero, precisamente por eso, a largo plazo esa situación volverá a ser insostenible. Uno sólo no puede salir a flote cuando el barco se hunde al completo. Y de ahí que quizá lo que haga falta sea más colaboración y menos competición.

        Sin perder de vista lo que cada cual pueda aportar, la cuestión que yo veo crucial no es tanto en qué se diferencia mi propuesta de valor de la de otros sino en cómo puede complementarse para lograr objetivos que repercutan positivamente en la sociedad por encima del beneficio personal.

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        • Dustin, yo creo que no estoy de acuerdo contigo. Jordi esta hablando precisamente del cambio del sistema, y este cambio empieza por y implica el cambio de mentalidad y de la actitud. El cambio de la manera como nos movemos es solo una consecuencia imprescindible causada por hecho de que lo que de verdad ya esta cambiado es cómo funcionan las cosas. Pero es un cambio evolutivo, no va a venir nadie diciendo «Montemos un nuevo mundo». Más bien estas personas, millones de ellas, ya han venido y están viniendo, pero ellos están montando SU nuevo mundo, influenciando poco a poco los que están a su alrededor. Y su influencia es más grande cuando más ellos asumen la nueva mentalidad y actitud.

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  2. Yo también prefiero lo que viene a un mundo de zombies… siempre y cuando seas de los «profesionales con marca personal que trabajan por proyectos» y con motivación. Si eres como yo de las que han estudiado una Licenciatura de Publicidad y RRPP para (después de 8 años trabajando en el sector) acabar realizando tareas de administrativas en un servicio de información, … entonces prefiero el mundo de zombies en el que yo tenía un trabajo que como mínimo me motivaba día a día…

    Me ha parecido muy interesante tu comentario, gracias.

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  3. He leido con antención tanto tu entrada Jordi como los dos comentarios. Creo que el problema es que en la linea de lo que plantea Laia no sabemos si habrá puestos para todos en el futuro. Lo que esta claro es que los puestos no van a ser los mismos ni de la misma manera. Habrá que inventarlos como siempre hemos hecho. Lo que ocurre es que ahora lo estamos viviendo y vamos…….. (no conseguimos entenderlo). Sin embargo nunca debemos mirar al pasado basicamente por dos razones. La primera porque no sirve de nada, la segunda porque significa que estamos «muertos». Voy a terminar parafraseando a Jordi «El momento presente es de transición, las transiciones crean vacíos e incertidumbres pero también oportunidades. Abandonar el viejo paradigma y las prácticas grises y abrazar el trabajo por proyecto apoyado en una marca personal potente marca la diferencia y es el punto de luz al final del túnel. Depende de cada cual. Yo prefiero lo que viene a un mundo de zombies». Estoy totalmente de acuerdo aunque francamente no sea probablemente lo más fácil, ni lo más cómodo, ni a lo que estabamos acostumbrados. Pau Hortal

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    • Pau, Dustin Laia, gracias por avivar el diálogo. La respuesta de Pau es precisa y acertada desde mi punto de vista por lo que la suscribo al cien por cien.
      Dustin, el cambio que vivimos afecta a todo incluido la organización de la sociedad. Yo creo en la persona y en que el cambio pasa primero por ella y luego por el colectivo social. Más que buscar la diferencia de las propuestas de valor quizás sería mejor hablar de como se posicionan, siempre unas respecto a otras y respecto al entorno…porque todos somos distintos, interesantes y únicos. Sin la persona no existe la sociedad, sinel beneficio personal no existe el beneficio social. Por esto se que las personas dejan huella y por esto me he comprometido acompañarlas en la gestión de su maca.

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    • Alberto, sintonía seguro y me alegro pero como las cosas algunas veces no suceden por casualidad quizás ess que nuestro análisis es correcto, ¿no?
      Buen post el tuyo y un blog muy interesante.

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  4. Está claro que en este mundo en el que vivimos solo sirve el ‘renovarse o morir’. Es curioso que van quedando atrás los discursos de tus ‘amigos, compañeros de trabajo, jefes’ sobre lo bueno que es la duración en un empleo. Ahora parece que empezamos a pensar un poco como los americanos, donde lo normal es cambiar de lugar de trabajo cada 3 o 4 años. Allí parece que te miran raro cuando llevas muchos años en un puesto porqué piensan ‘carai..que no sabes hacer nada más?’.

    Para mi lo realmente importante es trabajar intensamente un tiempo (3 años) en un lugar, dejar huella y ir a buscar nuevas motivaciones. Creo que es lo más enriquecedor.

    Los jóvenes estaremos tocados, pero jamás hundidos, porqué al fin y al cabo…somos el futuro!

    Te felicito por el escrito 😉

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  5. Hola, Jordi.
    Lo primero que haré será darte la enhorabuena por este atículo tan alentador y lleno de motivación, ya que si hay algo que la sociedad va a necesitar es eso…motivación.
    Estóy muy de acuerdo contigo pero, tengo que tomar en cuenta las palabras de Pau, ya que tiene razón en muchas cosas. Lo que expones y en tu artículo está muy bien…suena bien…pero ¿que va a pasar cuando la sociedad se de cuenta (porque la mayoría aún no es consciente del problema que se nos echa encima)de la transición tan brusca que nos acecha?. Precisamente porque no estámos educados financieramente y porque el comenzar a estudiar este nuevo sistema nos va a llevar mucho tiempo. Al menos hasta que se normalice la situación y la sociedad se haga a un nuevo sistema de trabajo va a llover un poco,y como dice Pau por este motivo se hará insostenible la situación, al menos durante mucho tiempo. Es mucho decir por mi parte que cuanto antes se introduzca uno en el nuevo paradigma mejor para todos. Pero como dice Pau…cuando un barco se ha hundído y los tripulantes están dentro…solo salen a flote los que saben nadar. Y los que no saben se ahogarán. Solo les dará tiempo a aprender a los que no han cojido el barco.
    De nuevo mil gracias por tu artículo tan motivador y lleno de razónes para intentar salir a flote…que por intentarlo… hasta puede que me salve…jajajaja…
    Un saludo.
    Mª del Carmen Barrero

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    • No creo que la situación se va a «normalizar». La vida es un cambio constante, lo que pasa que para nosotros la velocidad de este cambio ha aumentado a tal punto que a partir de ahora el cambio es lo único que nos espera. Así que tendremos que aprender a adaptarnos constantemente.

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