Solo cuando os lleguéis a conocer seréis conocidos

«Solo cuando os lleguéis a conocer seréis conocidos». La frase no es mía; es de Jesús de Nazaret, espero que nadie se ofenda ni piense que utilizo a una figura sagrada para intereses propios. Lo cierto es que comparto la frase al 100%.

Entre las personas o empresas que acuden a SOYMIMARCA para gestionar y proyectar su marca personal hay muchas que insisten mucho en que necesitan mayor visibilidad, darse a conocer como sea. En muchos casos no hay problema, se trata de personas o empresas que ya tienen claro quiénes son y qué hoja de ruta tienen; la comunicación es posible.

Pero ¿Qué pasa cuando no hemos resuelto aún la primera fase de nuestro iceberg, la de autoconocimiento? ¿Qué pasa cuando aún no hemos resuelto la segunda fase de nuestro iceberg, la de trazar un camino, unos objetivos, un público al que dirigirnos?

Pasaría lo mismo que si construimos una casa sin cimientos, que se aguantará de milagro y que se desmontará a la primera de cambio.

Llegar a conocerse uno mismo no es un proceso sencillo. No se trata de auto-introspección. Se trata de entender nuestras creencias, de estar dispuestos a romperlas para afrontar un proceso de cambio, se trata de tener claras nuestras prioridades, nuestros principios (valores), de identificar nuestras debilidades y fortalezas, nuestras habilidades y competencias. Para eso siempre será mejor contar con ayuda, ya que cuando nos miramos al espejo solo vemos una parte de nosostros mismos.

Lanzarse a comunicar cuando aún no hemos aclarado los contenidos y objetivos finales de nuestra oferta es poco prudente. En la construcción de la marca personal hay que tener paciencia y trabajar con un plan definido, y no olvidar nunca que Roma no se construyó en un día.

Cuando nos lleguemos a conocer habremos dado el primer paso para ser conocidos. Gracias, Jesus de Nazaret, por este sabio consejo.

Deja un comentario