30 segundos. Este es el tiempo en el que formamos nuestra primera impresión sobre alguien. Seguidamente etiquetamos – justa o injustamente – sólo por lo que nos transmite la apariencia exterior de una persona.
No podemos negarlo, la imagen siempre va por delante. Es lo que primero se ve de nosotros, y provoca en los demás un conjunto de opiniones, sensaciones y percepciones.
¿Te has preguntado alguna vez que es aquello que los demás piensan de ti cuando te conocen? Anímate a preguntarlo a tus conocidos y analízalo. ¿Eres realmente lo que dice tu imagen de ti?
La imagen es una forma de expresión, un lenguaje que funciona con símbolos y que expresa por si misma. Puede resultar de gran ayuda conocer aquellas cualidades de imagen que proyectamos a los demás, para saber si comunicamos lo que realmente somos.
El elemento más potente de nuestra apariencia física es nuestro captador de imagen. Esa parte que destaca, que “brilla” por si misma y que nos caracteriza por encima de las demás. Dicho captador puede ser parte de nuestra imagen de forma innata o podemos crearlo.
Pero… ¿De qué nos sirve potenciar o crear un captador de imagen? Es sencillo, es una herramienta que nos ayuda a ser más memorables, es útil para ayudarnos a reforzar aquella cualidad que queramos destacar e incluso nos sirve para gestionar mejor nuestra primera impresión.
Hagamos un paseo por la historia para analizar algunos de los captadores de imagen más famosos….
El pelo de Einstein siempre será el pelo de un genio (Eduard Punset, es otro genio que luce un pelo muy parecido…)
Las gafas de Woody Allen: intelectualidad y diseño
El bigote de Dalí: creatividad y arte
El lunar de Marylin: pura feminidad
Los ojos de Liz Taylor: Únicos. Siempre será recordada por la bella de los ojos violeta
Los labios de Angelina Jolie: Al oír su nombre ¿Quién no piensa en sus voluptuosos labios?
La nariz de Adrien Brody: Personalidad. No sería el mismo si cambiara su particular nariz…
Digital & Social Media Strategist en Stradivarius (Grupo Inditex). Personal Brander y especialista en comunicación online / BA en Business Management Staffordshire University / Master en Marketing Digital La Salle-URL (en curso) / Luxury Brand Management por ESERP / Experiencia en comunicación y marketing en TVLowCost, TheDoctorFactory, Soymimarca, BeAgency, profesora de Mkt Digital en La Salle BCN /Tertuliana en La Sexta TV
Hola,
Estoy de acuerdo con los primeros ejemplos de captador de imagen, hasta Dalí, porque son personas que han fabricado su identidad y ese captador de imagen lo han creado ellos mismos. A partir de Marylin, son rasgos físicos inherentes a la persona, y por lo tanto no han fabricado ese captador de imagen (no se si el lunar de Marylin es real o no), sino que dependen de tener un rasgo físico diferenciador como captador, que puedes tener o no (nariz, labios…) y que creo que ellos no han elegido.
Saludos.