No, el éxito no llega por casualidad. El éxito se obtiene cuando se consigue lo que se desea, mientras que la felicidad es apreciar lo que se ha conseguido. La autoestima, y la aceptación de los propios errores son claves fundamentales para alcanzar el éxito.
Cuando preguntamos a un gran número de personas al azar que van a hacer en los próximos 2 o 5 años, la mayoría contesta que no ha tenido tiempo para pensarlo
Todo lo que es importante forma parte de un propósito. El éxito no llega normalmente por casualidad. Sin embargo cuando preguntamos a un gran número de personas al azar que van a hacer en los próximos 2 o 5 años, la mayoría contesta que no ha tenido tiempo para pensarlo.
Si no dedicamos algunos momentos a pensar en lo más importante, -nuestra propia vida-, ¿en qué pensamos entonces?. Un buen ejercicio, aunque muy simple es el de definir y escribir –esto es también muy importante- nuestras metas para los próximos seis meses, doce meses, cinco años… etc. Confiemos en esta sencilla “receta” pongámonos en marcha y después valoremos los resultados.
La suerte se presenta cuando la preparación encuentra una oportunidad. Preparémonos dado que las oportunidades pueden surgir en cualquier momento. Quien no esta preparado pierde las oportunidades que muchas veces le pasan inadvertidas.
Emprendedor, Consultor en Orientación Profesional y Coach. Fue uno de los pioneros en el uso de las metodologías de Orientación Profesional y Coaching en España. Licenciado en Ciencias del Trabajo, tiene un Diploma en Psicología Industrial y un Master en Relaciones Laborales. Ha trabajado en los ámbitos de la gestión de RRHH y la consultoría en Capital Humano, Empleo, y Orientación Profesional. Consejero Delegado de Alius Modus, diana.jobs, y Redes Sociales Profesionales. Autor del blog “no tengas miedo de hacerlo mejor”.
Es importante escritos como este sobre todo cuando no hay otros recursos disponibles para mantenerse actualizado. El éxito hay que planearlo, desearlo intensamente y trabajar con estrategia para lograrlo; aunque en no pocas ocasiones se requiere no solo constancia en el propósito,sino también darse tiempo y saber esperar. «Todos los vientos son favorables cuando se sabe a donde va», escribió Séneca.