No te olvides del producto

 

La irrupción de Internet, las nuevas tecnologías y las redes sociales ha revolucionado el mundo del marketing en los últimos años. El impacto que han tenido estos cambios ha sido enorme. Además, toda esta revolución ha ido (y está yendo) a una velocidad de vértigo. Por ejemplo, la radio tardó 38 años en llegar a los 50 millones de usuarios en todo el mundo, la televisión 13, el Ipod 3 y Facebook… 6 meses. Son muchos los sectores que se han reinventado y han redefinido completamente sus modelos de negocio con la llegada de estos cambios tecnológicos: la música, los viajes,… Lamentablemente la crisis nos está impidiendo ver la realidad con mayor nitidez. Observo muchos sectores que lo están pasando mal y “la excusa” siempre es la crisis, cuando en muchos casos diría que tienen un modelo de negocio obsoleto que debe ser rediseñado para adaptarse a la situación actual.

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En cuanto los profesionales, la situación es parecida. Muchos de ellos, amparados en la situación de crisis económica, todavía no se han percatado de que su modelo de negocio no se adapta a la coyuntura actual. Que deben reinventarse, redefinirse profesionalmente para poder competir con éxito en un mercado laboral muy diferente al que estaban acostumbrados. Generalmente suele ser más cómodo quejarse de la crisis que hacer el esfuerzo por reinventarse, por cambiar.

Afortunadamente, con la llegada de Internet y las nuevas tecnologías, comunicarse a nivel individual, hacer llegar tu mensaje a tu público objetivo es más fácil que nunca. Las páginas webs, los blogs, las redes sociales… han democratizado la forma de comunicarnos con el mercado. Tenemos a mano, de forma gratuita o muy económica herramientas de comunicación que hace poco tiempo eran inimaginables o estaban sólo al alcance de empresas de cierto nivel. Además, resulta fácil y generalmente atractivo introducirse en este mundo 2.0 y comunicar. En mis cursos y conferencias, el apartado de comunicación suele ser el que más atención presta la gente y también el que más incorpora a sus actividades habituales. Que sea gratuito, tan fácil y tan potente ha sido una gran ventaja pero a su vez quizás entre todos lo hemos banalizado un poco. A veces parece que sólo importa comunicar bien. Que cualquier profesional que sea hábil en el entorno 2.0 puede tener éxito. Y, a mi entender, no es así.

Existe una ley en marketing que dice que “la publicidad debe descansar en un buen producto”. De nada sirve invertir mucho en publicidad si el producto no tiene la suficiente calidad como para satisfacer a los consumidores. En el mundo de los profesionales esta ley también aplica. Las acciones de comunicación se deben apoyar en un buen producto. Y en este caso, el producto eres tú. Está muy bien que trabajes a fondo tu blog personal, que seas muy activo en las redes sociales… pero no te olvides del producto, no te olvides de ti. Invierte en ti, fórmate, aprende idiomas, desarrolla nuevas competencias que te ayudarán en tu sector de actividad, coge experiencia, viaja, lee mucho, acude a conferencias y congresos… No pares de trabajar tu producto. Para terminar quería compartir contigo uno de los mejores consejos que me han dado en mi vida. Fue en el día de mi graduación universitaria. Un alto directivo de un organismo financiero internacional me dijo: “llevo toda la vida estudiando inversiones: en bolsa, materias primas, divisas, oro, renta fija, variable… y nunca he visto ninguna inversión más rentable que la formación”. Así que, como te decía al principio, no te olvides del producto, no te olvides de ti, fórmate como debes. Nada te ofrecerá mayor rentabilidad.

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