¿Cambiarías 10 minutos de fama por 10 Mb de fama?

Hemos hablado a menudo de que la pregunta clave de la gestión de marca personal es ¿Qué te hace diferente?. Detrás de esta pregunta existen respuestas relativas al autoconocimiento, a una estrategia a seguir y a un plan de comunicación/visibilidad. Todos tenemos marca personal, pero consideramos que una marca personal fuerte se da cuando las tres áreas de autoconocimiento, estrategia y comunicación siguen una hoja de ruta sólida, coherente, relevante y, sobre todo, exclusiva.

Nos centraremos en este post en la fase de comunicación. Hasta hace muy poco teníamos herramientas de comunicación de largo recorrido: La televisión, la radio, los libros, escribir artículos de prensa… Las audiencias estaban poco fragmentadas, por lo que una aparición de pocos minutos en un programa de TV garantizaba una exposición enorme de marca personal. Con menor intensidad podía pasar lo mismo en radio, en revistas y otros medios convencionales. Son conocidos como «los 10 minutos de fama«. Muchos de los personajes que hoy son famosos disfrutaron de esa oportunidad de 10 minutos de fama, desde cantantes hasta empresarios pasando por magos, periodistas, deportistas y demás. Muchos de estos personajes serían desconocidos para nosotros si no hubieran disfrutado de esos instantes de fama de una manera muchas veces casual y otras veces trabajada a conciencia.

Sin embargo, Internet ha cambiado nuestra manera de ver las cosas, y lo ha hecho de manera radical. La influencia de la red es múltiple: por un lado ha creado una tendencia a «etiquetarlo» todo, por otro lado internet se ha convertido en una plataforma viral sin precedentes en la comunicación y por otro lado el «storytelling» o técnica del relato está atando emocionalmente a empresas y profesionales con sus audiencias/clientes.  Me explicaré con algún ejemplo:

  • Santi Santamaría, el recientemente desaparecido chef, es conocido, entre otras, por dos etiquetas «el único 7 estrellas Michelin del mundo» y «el chef que desafió a Ferrán Adriá».
  • Justin Halpern creó una cuenta en Twitter llamada @shitmydadsays (las chorradas que dice mi padre) y ha editado un libro a partir de Twitter que es un best seller. En él detalla las frases que decía su padre sobre diversas cosas de la vida.
  • El whisky Johnnie Waker ha resurgido de nuevo gracias a una brillante acción de storytelling llamada «The Man Who Walked Around The World» en que el actor Robert Carlisle (su marca, The Full Monty) narra durante un paseo por un camino escocés la historia de la compañía. El vídeo acumula millones de visitas entre YouTube, Vimeo y blogs de distinta índole y ganó un león de oro en el certámen publicitario de Cannes 2010.

El caso es ¿Hubiera pasado todo esto en la era anterior a la explosión de los social media? Posiblemente no, o posiblemente hubiera ido a una velocidad muy diferente. Hoy, cualquiera de nosotros es en sí mismo un medio de comunicación: vemos una notícia que nos gusta o nos disgusta y la enviamos a las redes sociales aportando nuestros comentarios, lo que incrementa la viralidad de la información digital.

Retomando el título, parece que estamos cambiando los 10 minutos de fama por 10 Mb de fama. En la gestión de marca personal, internet sólo es la punta del iceberg, pero hoy sería difícil planificar una acción seria de visibilidad sin tener en cuenta este medio cada vez más masivo pero cada vez más selectivo y viral.

0 comentarios en «¿Cambiarías 10 minutos de fama por 10 Mb de fama?»

  1. Guillem, excelente artículo, con el que comulgo al 100%. Hoy día es difícil pretender mover algo sin contar con internet y las redes sociales.

    Me identifico especialmente con la frase «cualquiera de nosotros es en sí mismo un medio de comunicación», que indica un cambio de paradigma con respecto a la web 1.0.

    No estoy muy de acuerdo en que la «fama» de Santamaria se deba a internet, aunque si te refieres a las etiquetas que le han puesto, es cierto que podrían habedr nacido en Twitter o FriendFeed.

    Buen blog, lo voy a enlazar.
    IPC

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  2. Hola Ignacio, el cambio de paradigma está dejando huella, no hay duda.

    Tienes razón cuando dices que la fama de Santamaría es muy anterior a internet, igual que la de Adriá. Su fama la ganó en los fogones, pero también en su especial manera de comunicar, de defender la cocina natural. Las estrellas llegaron en consecuencia de ello, pero internet le ha creado etiquetas en forma de «tweets» y las ha extendido como un virus.

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  3. Hola Guillem.

    Como en todo, no hay blanco ni negro.

    Internet es un vehículo que permite darse a conocer a mucha más gente de una manera más democrática, y ejemplos hay muchos. En teoría, cualquiera con ingenio, algo que contar y un teléfono móvil normalito puede obtener sus «3 minutos de fama» (Diez minutos es demasiado para el ritmo de vida actual).

    También sirve de caja de resonancia de ciertos talentos que, de otra manera, quedarían en el anonimato o tardarían mucho más en darse a conocer.

    La parte negativa es que, en la práctica, salvo unas pocas excepciones, la mayoría de «minutos de gloria» son fruslerías efímeras del tipo «Señora de tetas enormes machaca latas de cerveza con una de ellas».

    Pero bueno, ya lo decían en aquella famosa serie de TV que recordamos sólo los que tenemos cierta edad: «La fama cuesta, y aquí vais a empezar a pagar, con sudor»

    http://www.youtube.com/watch?v=tXjrtF9m2aQ

    Un saludo,
    Celestino Martínez.

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  4. Muy bueno Celestino. Tienes razón en lo de los 3 minutos, o quizás menos (recuerdo un post de hace días de los 30 segundos del ascensor).

    Lo de la señora que machaca latas de cerveza lo dejo para programas freak de vídeos caseros, aunque es cierto que a menudo la gente confunde fama con eso.

    Gracias por escribir y, sobre todo, gracias por el vídeo! Me ha recordado viejos tiempos.

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