La torre Eiffel es un símbolo, un emblema, un icono para todo un país como Francia, una edificación, una verdadera proeza arquitectónica u obra de arte que durará por los siglos de los siglos.
Este icono tiene un creador que no es otro que Gustave Eiffel, un ingeniero natural de Dijon, que no paró de investigar e innovar en el mundo de la carpintería metálica hasta sus últimos días. Construyó la torre si, pero también la estructura que sostiene la famosa estatua de la libertad de New York o el viaducto sobre el río Duero en Oporto, y más tarde el viaducto de Garabit en 1884, considerada posiblemente una de las obras mas bellas en su carrera.
Fue un 31 de marzo de 1889, cuando se finalizó aquel mecano o utopía metálica que hoy en día consideramos un icono mundial compuesto por 18000 piezas que fueron preparadas en la fábrica de Levallois-Perret cerca de París, sede de la empresa Eiffel.
Un icono, que se construyó con motivo de la exposición Universal de París de 1889, y cuya fecha de caducidad se consideraba en aquel entonces cercana a los 20 años, pero que Eiffel supo eternizar haciéndola valer con los continuos adelantos tecnológicos que se daban, ya que a lo largo del tiempo ha servido como radio militar allá por 1903, como base para la primera emisión de radio pública en 1925, o mas adelante para la televisión, y actualmente como base de la TDT mas actual.
La Torre Eiffel se ha convertido en toda una marca con personalidad propia para todo un país, un icono y referente sin igual similar a la marcha de «La Marseillaise» o que en ocasiones supera a la propia identidad de la República Francesa.
La torre ha sido siempre un icono, ha superado todas las crisis habidas, e incluso actualmente en plena crisis económica, es un referente sin igual. Hoy en día, la torre es generador de mas de 600 empleos, que de una manera u otra dan soporte a este icono universal, y como no se vive únicamente de emociones ni sensaciones, hay que reconocer que además de icono, se ha convertido en una verdadera maquina de generar dinero.
La Torre Eiffel actualmente recibe mas de siete millones de visitantes al año, que pagan entre 3 y 13 euros, saliendo una media de 8€, por lo que la cifra solo en entradas oscila sobre los 56 millones de € al año, si a esto le sumamos que la torre se lleva un porcentaje de facturación del restaurante Le Jules Verne que ostenta una estrella Michelin y está situado en la segunda planta de la torre, explotado por el gran Chef con marca personal propia como Alain Ducasse y decorado de una forma sobria y elegante por Patrick Jouin, tiene aproximadamente una media de 115 comidas y 120 cenas a una media de 300€ por comensal… por lo que señoras y señores saquen sus propios cálculos.
Así mismo la torre consigue ingresos, por el alquiler de espacios y porcentajes en las ventas de tiendas de souvenirs con un valor aproximado de 13 millones de euros.
Los número son claros, en cifras redondas y explicadas por economistas, la torre después de hacer frente a todos sus gastos de personal, luz, mantenimiento… es capaz de conseguir 29mill$ al año de beneficio.
¿Que opinan?, ¿tiene la Torre Eiffel marca propia?…
Y como todo, todo empezó gracias a una persona, un nombre y un apellido, el de Alexandre Gustave Eiffel, un joven de Dijon que finalizó sus días contribuyendo e investigando la meteorología y la aerodinámica.
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