Y tú ¿Quién eres?

Desde un punto de vista psicológico puede decirse que identidad personal es la que hace que uno sea “él mismo” y no “otro”. Se trata pues, de un conjunto de rasgos personales que conforma la realidad de cada uno y se proyecta hacia el mundo externo permitiendo que los demás reconozcan a la persona desde su “mismidad”, esto es, en su forma de ser específica y particular.

La individualidad sólo es posible cuando se exterioriza la personalidad auténtica del ser humano, de manera tal que éste pueda reconocerse a sí mismo como parte de la humanidad en general y simultáneamente , como un ser único y diferente de los demás.

En la construcción de la identidad siempre está en juego la respuesta que cada uno se da a las siguientes preguntas:

  • ¿Quién soy yo? Soy el que soy.» Identidad subjetiva: Una persona es la conciencia que tiene de sí mismo.
  • ¿Quién quiero ser yo? Soy el que seré. Identidad operativa: el motor que nos pone en marcha, que nos hace accionar.
  • ¿Quién tengo que ser yo? Soy el que tengo que ser. Identidad preceptiva: responde al modelo, al mandato, al deber, son las expectativas que tiene los demás de ti.

Por tanto, la identidad depende del autoconocimiento: ¿quién soy, qué soy, de dónde vengo?; de la autoestima: ¿me quiero mucho, poquito o nada?; y de la autoeficacia: ¿sé gestionar hacia dónde voy, quiero ser y evaluar cómo van los resultados?

Tenemos que estar alerta ya que vivimos en una sociedad que nos hace sucumbir  a la sobrecarga de estímulos e información que intentan atrapar nuestra atención, con ofertas que nos desvían del rumbo o nos convencen de atender falsos problemas. Por tanto caer en la falsa identidad es fácil: asumir como propios planes ajenos, eludir el compromiso como una hoja arrastrada por el viento o cambiar de colores según la ocasión, como el camaleón. Por todo ello,  construir tu identidad  consume energías hasta que al final se convierte en el logro esperado.

La situación actual requiere que reinventemos nuestra identidad  cambiando nuestras relaciones pensando, diciendo  y haciendo para que  los demás compartan este cambio.

Para que tu identidad no sea un sueño y puedas transmitir tu propia marca, te animamos a que trabajes la parte sumergida del Iceberg para  adquirir una metodología que  te enseñe a desarrollar tu potencial, a conocer y usar la totalidad de los recursos que dispones, a elegir los mejores proyectos y modelos, con el objetivo de  convertirte en arquitecto-diseñador de propio destino.

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