Cinco consejos para convertir una buena idea en un buen negocio

 

Ahora que ya sabemos lo que hemos de hacer para convertir una buena idea en un buen negocio es conveniente tomar consciencia de lo que debemos evitar. Nos ahorraremos malos tragos, pérdidas de tiempo y de dinero.

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En la Harvard Business Review del mes de mayo de 2013 Vincent Onyemah, Martha Rivera y Abdul Ali nos explican, partiendo de la experiencia de unos cientos de emprendedores entrevistados, lo que hay que hacer para no tener que lamentarse más tarde, ahí van algunas de las conclusiones.

  1. Comenzar en el momento adecuado. Ni precipitarse ni retrasarse en exceso para tener un  plus de seguridad. Como vimos en Como convertir una buena idea en un buen negocio desarrollar la idea de negocio con la metodología correcta permite ir pidiendo feed-back a los potenciales clientes y hacer variaciones sobre la marcha. Ni grandes estudios de mercado ni lanzarse al vacío. Despertar el interés de los clientes involucrándoles en el proceso de validación de la idea nos ayudará a saber cuándo es el momento adecuado para salir al mercado.

  2. Escuchar, escuchar y escuchar. Si pedimos feed-back es par algo y si lo que oímos no nos gusta demos las gracias por la colaboración, pongamos el orgullo en el bolsillo y pensemos que hemos de cambiar. Y ya que estamos intentemos indagar más y más sobre las necesidades de los clientes con los que hablamos, así podremos mejorar nuestra propuesta de valor y , quien lo sabe, empezar otro negocio.

  3. No ofrecer descuentos. Lo que hacemos tiene un valor y no se puede depreciar a la primera de cambio. Acostumbramos mal al mercado, rebajamos el valor de nuestra idea y salimos todos perdiendo. Busquemos otras vías para tener un detalle con los primeros clientes y  dejando muy claro se trata de algo temporal.

  4. Puestos a empezar que sea con clientes estratégicos.  Demos otra vuelta a la imaginación para conseguir que nos compren primero aquellos que nos puede recomendar. Si además de una venta conseguimos un prescriptor habremos hecho dos dianas.

  5. Al principio somos pequeños, saquémosle provecho. Lo más importante es ganarse la credibilidad cuando nadie nos conoce. Si gestionamos adecuadamente la marca personal, nuestra  y de nuestro equipo, en paralelo a la puesta en marcha del negocio tendremos más posibilidades de vencer resistencias porque la marca personal y la corporativa suman. Y generalmente el todo es superior a la suma de las partes.

Y vale la pena recordar que si nos dejamos ayudar por profesionales expertos los resultados serán extraordinarios.

 

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