La palabra marca está de moda. La utilizamos todos y con mucha frecuencia. Incluso los más pequeños ya conocen de su existencia y de su significado. El concepto de marca tiene diferentes significados. Según la Real Academia Española puede significar una señal hecha en una persona, animal o cosa para distinguirla de otra. También significa instrumento para medir, o medida cierta y segura del tamaño de una cosa incluso, a nivel deportivo, el mejor resultado técnico homologado. No obstante, existe además otra acepción al concepto marca. Según el Oxford Concise Dictionary también se entiende marca como el hecho de dejar una impresión inolvidable en la mente de una persona. Esta acepción transmite una idea importante. Las marcas, no son sólo los logotipos o las imágenes, colores y formas de miles de productos. Son básicamente percepciones que tienen las personas sobre determinados productos, servicios… Las percepciones son totalmente subjetivas; se crean en nuestra mente y definen la imagen que cada uno de nosotros tenemos sobre estos productos.
Con las marcas personales sucede lo mismo. Una marca personal no es el nombre completo de una persona, ni su propia página web, ni su tarjeta de visita o su Curriculum Vitae. Es básicamente, la imagen que tienen sobre él determinadas personas. Como bien dice Jeff Bezos, CEO de Amazon, la marca personal es “aquello que dicen de alguna persona cuando no está delante”. También se basan en percepciones y por ello, también son terriblemente subjetivas.

Estoy seguro que todos hemos tenido diferentes profesores/as, jefes/as, compañeros/as de trabajo, novios/as, amigos/as… También estoy seguro que la mayoría de estas personas las hemos olvidado o casi olvidado. La mayoría de ellos no han dejado marca, no han dejado huella en nuestro recuerdo, en nuestra mente. Seguramente, sólo pocas personas nos han marcado realmente a lo largo de nuestra vida. Nos acordamos de ellas por mucho que pase el tiempo, evocan en nosotros sentimientos positivos, nos apetecería volver a estar con ellos…en definitiva, estas personas nos han dejado marca y por lo tanto podemos decir, que tienen una marca personal potente.
Ahora bien, ¿de qué depende el hecho de dejar marca en otras personas? Pues de muchos factores como la competencia profesional, la capacidad de trabajo, tus conocimientos… Pero, a mi entender, existe un factor que sobresale notablemente del resto. Se trata de las emociones. Las personas que gestionan bien sus emociones y sobretodo saben gestionar e impactar en las emociones de los demás (lo que se conoce como Inteligencia Emocional) suelen dejar una huella mayor en la mente de las personas. Seguramente, si repasamos aquellas personas que nos han marcado encontraremos no al mejor profesor o jefe o compañero, ni al más preparado, ni al más listo, sino al que mejor nos hizo sentir, quien más nos hizo disfrutar de nuestro trabajo, estudio, hobbie… Gestionar e impactar en las emociones de los demás es un requisito fundamental para dejar marca en alguien.
Como suele decirse, las personas con frecuencia olvidamos aquello que nos dicen o aquello que vemos. No obstante, difícilmente olvidamos aquello que nos hicieron sentir, la forma en la que impactaron en nuestras emociones. Y tú, ¿impactas en las emociones de los demás?, es decir, ¿dejas marca?
Licenciado en Administración de Empresa y MBA por ESADE. Apasionado por las personas y el marketing. Actualmente consultor en Smart Marketing SL especializado en investigación de mercados y comportamiento del consumidor. Además es profesor asociado de la Universidad de Lleida. Conferenciante habitual en temas de liderazgo, marketing y marca personal. Anteriormente, director general en SAGE Eurowin, Ros Roca SRN y Fira de Lleida. Autor del libro «Desmárcate, desarrolla con éxito tu marca personal» (oct. 2015 Libros de Cabecera)
Hola Xavier, en estos días estoy leyendo mucho sobre marca personal y me gusta tu idea de impactar a través de la emoción. En unos días empezaré a formarme en un curso de la UNED de NTIC Máster (http://www.marcapersonaluned.com/) del que me han hablado bien. Espero que me sirva para aclarar mis ideas pero me pregunto cómo puedo ligar el concepto emoción a mi marca. Trabajo en un blog en el que voy a trasladar mi experiencia de muchos años en el mundo de las redes de hostelería y su gestión pero cómo puedo fusionar un tema tan técnico con la emoción, cómo generar ‘engagement’ hablando de porecentajes y de apretar las tuercas a los proveedores. Me resulta difícil casar los dos conceptos…