Duran i Lleida: Una marca personal entre la coherencia y la pasión

Algo tan sencillo en apariencia como reflejar nuestra personalidad en todas nuestras actividades privadas o públicas nos puede ayudar a reforzar nuestra marca personal. Para ello, siempre es recomendable mostrar cierta pasión por lo que nos gusta o disgusta y mantener una línea de coherencia.

Ya hemos mencionado en otros posts que el principio número UNO de nuestra marca personal es la AUTENTICIDAD. Y ser auténticos no es otra cosa que ser coherentes y reflejar nuestro estilo propio, sin copiar, sin forzar nada, sin pretender gustar a todo el mundo. Siendo lo que somos, fieles a nuestra propia esencia.

Si un día hemos escrito en alguna parte que no creemos en el talento como una habilidad innata de la persona, no vale decir lo contrario al día siguiente. A veces es fácil dejarse llevar por modas «anti» y empezar a cuestionarlo todo. Antes de hacerlo, pensemos: ¿Nosotros somos así? ¿Somos destructivos por naturaleza? ¿No? Pues no lo hagamos. Seamos coherentes.

Uno de los problemas actuales de la política y muchos políticos se llama desafección. Las personas nos cansamos de gestos, poses, promesas… que son flor de un día y no tienen seguimiento. Ideas que cambian según el fluir del viento, según el contexto político o el económico. Las personas consideramos que la incoherencia pisa la frontera de la mentira. Si alguien promete la luna, que presente una hoja de ruta, un presupuesto, una investigación sobre las posibilidades de llegar, un equipo, un calendario. Igual que en una empresa. Si nos prometen la luna con esa hoja de ruta no nos enfadaremos mucho ante un fracaso. Si nos prometen la luna sin hoja de ruta, y no llegamos a la luna, ese político (y su partido detrás) por un lado dejará de ser nuestra opción preferente de voto y por el otro contribuirá a aumentar nuestra desafección por la política, fomentando el voto en blanco o la abstención.

Estoy seguro de que si muchos profesionales de la política aplicaran principios sencillos de management empresarial, otro gallo nos cantaría. ¿Es tan difícil combinar pasión y coherencia? Obama ganó unas elecciones por utilizar muy bien la pasión en sus discursos. Casi todo el mundo le creyó. Pero luego le ha fallado la coherencia: no ha cumplido; el votante americano le ha retirado la confianza; ha perdido las legislativas; ha fomentado el acercamiento hacia visiones radicales como el Tea Party. Un desastre.

Mucha gente en España se pregunta por qué Duran i Lleida es desde hace años el político mejor valorado del país según todos los sondeos. El secreto no está en sus trajes, en sus gafas rojas, en su oratoria, en su filiación política; el secreto es que Duran combina como pocos el binomio PASIÓN + COHERENCIA, creando una marca personal sólida, casi indestructible y de máxima confianza. Cuando habla en la tribuna del Congreso, cuando lo hace en Unió, en CiU, cuando escribe en su blog mantiene siempre las misma ideas, defiende los mismos valores. Ha tenido el coraje de hablar de cosas como los deberes de los inmigrantes cuando todo el mundo habla de derechos. Ha tenido el coraje de reconocer que se ha equivocado. Eso no pasa todos los días en un ámbito como el de la política. Estaremos de acuerdo o no con las ideas que defiende, pero será difícil no reconocer su labor para conciliar política y sentido común.

Solo hay un Duran i Lleida, y eso lo ha hecho posible la coherencia de su discurso mezclada con esas gotitas de pasión que todo estadista necesita para mantener activa, despierta y motivada a una audiencia. Una marca personal entre la coherencia y la pasión.

Os dejo un fragmento de vídeo de Duran valorando la última remodelación de gobierno.

Guillem Recolons / Personal Branding Strategist/ soymimarca

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