Cada vez se me hace más insoportable aguantar personas que solo hablan de si mismas, que se constituyen en el centro del universo y que van aventando sus gracias, saberes y contactos por doquier sin respetar ni la circunstancia ni a los interlocutores. Seguro que conocéis alguna.
Destacar entre los demás es un principio básico de la gestión de la marca personal para poder ser conocido, reconocido, relevante y elegido. Quien no destaca se confunde con la mayoría y no deja marca.
Una cosa es destacar y otra avasallar y abrumar a la audiencia con mensajes de autobombo. Los mensajes egocéntricos son a medio plazo improductivos porque no aportan ninguna propuesta de valor, no ayudan a solucionar ningún problema a nadie y quien los emite corre el peligro de acabar siendo catalogado como pesado, convertido en spam y archivado en el olvido. Pero entre que son identificados y neutralizados hacen perder tiempo y el tiempo, ya lo sabemos, es oro.
Como se que vuestro tiempo es escaso os voy a indicar algunos de los rasgos más característicos para identificar a los pesados egocéntricos de manera rápida.
Caravaggio Ideas. El egocéntrico normalmente se presenta como tenedor de ideas geniales. Se presenta como el más innovador entre los innovadores y puntero entre los punteros. Da a entender que se ha leído bibliotecas enteras aunque en realidad siempre repite las mismas citas. Y los demás nunca están a su altura.
- Trabajo. Lo que hace es siempre lo mejor, lo que hacen los demás es siempre mejorable. Se presenta como el adalid del buen hacer y pretende dejar a los demás en evidencia haciendo comentarios no precisamente amistosos, algunas veces de manera pública y ostentosa. Si hacéis una actividad conjunta intentarán daros a conocer que si fuera por vosotros ya estaríais descartados y que es gracias a su buen hacer que la actividad se mantiene.
- Equipo: No es un buen compañero de equipo.
- Relaciones. Tiene en su agenda los mejores contactos. Presume de conocer a lo mejor de lo mejor y cuando aparece el nombre de una celebridad lo más seguro es que haya estado cenando con ella la semana anterior. Muchas veces no se trata de contactos propios sino que vienen inducidos por otras relaciones de proximidad ya sean familiares o amigos de amigos.
- Tendencias. Se presentan como marcadores de tendencia. Van siempre a la última y sitúan al resto del mundo a la cola de lo que se lleva y entre ellos estamos nosotros. Si les hiciéramos caso acabaríamos desmoralizados.
- Imagen. Son los mas guapos y los que pretenden hablar mejor por contraposición al resto que son vulgares y poco agradables. Ni en broma se os ocurra haceros cirugía estética o cambiar el vestuario porque seguiríais no estando a la altura.
Si encontráis un perfil que cumpla alguno de estos rasgos seguidle la corriente porque lo cortés no quita lo valiente pero no les prestéis demasiada atención y sobretodo no os dejéis intimidar. Es pura fachada.
[subscribe2]
Asesor de marca personal y socio de Soymimarca / Profesor Asociado en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL) y Director del Posgrado en Personal Branding en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL) / Economista (UAB). / PDD & MBA (IESE Business School & The University of Chicago). / Coach titulado (University of Texas, Dallas). Miembro de AECOP. / Miembro certificado de la International Coach Federation ( Associate Certified Coach). / 25 años CFO,CEO. Co fundador del Grupo Sintax Logistica.
Hola Jordi. Mil gracias traer este tema a colación. Yo creo que estas personas le van haciendo su propio ataúd a su marca personal. Como dices: «spam», ellos mismos se vuelven indeseables. Hay un escenario que es bien complejo: tener a estas personas en el público mientras haces una presentación. Son especialistas en interrumpir cuando no se les da la palabra, no dejan hablar, eso es muy molesto. Un aporte para la discusión, en este aspecto específico la da Gonzalo Álvarez en su blog «El arte de presentar», que plantea un poco de juego sucio: bit.ly/Zq941l
¡Saludos!