El mimetismo es la capacidad que tienen algunos seres vivos para parecerse a otros seres vivos o al entorno en el que se mueven para obtener algún beneficio o alejar algún peligro. Así nos encontramos con insectos que parecen ramas de árbol, mariposas que parecen hojas, moscas que parecen abejas o avispas y, por supuesto, los camaleones que cambian el color de su piel frente a determinadas circunstancias.
Las personas también practicamos el mimetismo pero como no tenemos la capacidad de alterar de manera rápida nuestra características físicas lo hacemos a través de las habilidades sociales.
Ser diferente nos pone en situación de riesgo. Distinguirnos entre una multitud nos hace más vulnerables porque permite que los demás se focalicen en nosotros y seamos el blanco perfecto para lo positivo y para lo negativo.
Mimetizarse es siempre un mecanismo de defensa. Recuerdo muchas veces los consejos de mis padres al principio de cada curso: “hijo, que no te vean demasiado”, la mejor forma de protección era la fusión con el grupo, el anonimato, el pasar desapercibido.
La adhesión a la mayoría es una forma de mimetización social, sin necesidad de citar estudios al respecto, cuántas veces nos hemos encontrado en reuniones poco productivas en las que se ha hecho difícil avanzar porque daba la sensación de que había unanimidad porque todos los participantes se unían a la primera opinión.
El objetivo de la mimetización es evitar la mirada y la atención de los demás, es buscar el anonimato, es fundirse con el entorno para estar sin ser visto, es dejar de existir porque, no lo olvidemos, si no nos ven no existimos a los ojos de los demás.
La prudencia es una actitud o una cualidad que nos lleva a actuar de manera reflexiva para evitar posibles daños, la prudencia no frena la acción si no que la modula para no salir malparado. El prudente no se esconde si no que se manifiesta y da la cara cuando considera que es el momento oportuno.
El que se esconde busca ante todo su protección más allá de su foco y de sus convicciones porque pone por delante el miedo y a esta actitud se le llama comúnmente cobardía. El cobarde evita la acción cuando vislumbra la posibilidad de un riesgo y por ello también evita la exposición.
La gestión de la marca personal no admite mimetismos, para ser conocidos, reconocidos, memorables y elegidos hemos de estar siempre visibles.
Quien se esconde no deja marca.
Asesor de marca personal y socio de Soymimarca / Profesor Asociado en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL) y Director del Posgrado en Personal Branding en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL) / Economista (UAB). / PDD & MBA (IESE Business School & The University of Chicago). / Coach titulado (University of Texas, Dallas). Miembro de AECOP. / Miembro certificado de la International Coach Federation ( Associate Certified Coach). / 25 años CFO,CEO. Co fundador del Grupo Sintax Logistica.
Buenas tardes Jordi, excelente post. Salvando las distancias, coincido plenamente con lo expuesto y agradezco que personas de tu valía expongan sobre ello además del modo tan magnífico como lo haces. Siempre es agradable la lectura de tus post. Mil Gracias. Pilar.