Adicta confesa a las joyas, mujer de figura envidiable, mirada seductora y carácter indomable. Dicen de ella que nunca quiso ser una mujer “normal”, para ella solo bastaba la categoría de “estrella”. Así era esta diva de ojos violeta: Elisabeth Taylor.
Su infancia
Nunca quiso ser actriz, y creció bajo la sombra de una madre obsesionada por el triunfo a cualquier precio, lo que la llevó a ser un ejemplo de lucha personal y superación. Ya desde muy pequeña protagonizó algunos anuncios y cameos en películas pequeñas.
«Mi madre dice que no abrí los ojos durante ocho días después de nacer, pero cuando lo hice, lo primero que vi fue un anillo de compromiso. Quedé enganchada”
El estrellato
Entre los años 1950-1960 se convirtió en una de las mayores divas de Hollywood. Participó en grandes clásicos que han pasado a la historia del cine como Gigante (1956), junto a James Dean y Rock Hudson o La gata sobre el tejado de zinc (1958), junto a Paul Newman-juntos formaron una de las parejas más bellas del cine- un filme que le reportaría su primera nominación al Oscar. A lo largo de su carrera también ganó el BAFTA y El Globo de oro, y se alzó con dos estatuillas por Quien teme a Virginia Woolf (1961) y por Una mujer marcada (1967), llegó a estar nominada en cinco ocasiones. Pero sin duda fue con Cleopatra, – la película más cara de la historia- con la que brillaría como una auténtica estrella.
«Todo me pone nerviosa, excepto hacer películas»
El amor
Tubo múltiples matrimonios pero según ella un único gran amor: Richard Burton. Y pese a lo turbulento de su relación y de su divorcio en junio de 1974, soprendieron al mundo al volver a casarse. Esta vez, duraron juntos menos de un año. Nunca tuvieron hijos biológicos, pero en 1964 adoptaron a Maria Burton.
«Sólo me he acostado con hombres con los que me he casado. ¿Cuántas mujeres pueden decir eso?»
Su glamour y adición a las joyas
La gran dama pasó a la historia no sólo por ser una de las grandes divas de Hollywood, sino también por ser la dueña de una de las mayores colecciones de joyas del mundo. Nadie como ella supo lucir espectaculares piezas con su misma elegancia y glamour. Su favorita era «La Pelegrina», dicen que solía llevarla cada día ya que se trataba de uno de los numerosos obsequios del amor de su vida, Richard Burton. Este colgante se subastó recientemente por 9 millones de euros junto con el resto de sus legendarias joyas.

«Adoro usar joyas, pero no porque sean mías. No puedes poseer resplandor, sólo puedes admirarlo»
Su marca personal: Autenticidad y Pasión
Carismática, icónica, rebelde y amiga de sus amigos: estos son algunos de los adjetivos con los que sus amigos la describen. Incluso Michael Jackson le escribió una canción exclusiva con motivo de su cumpleaños llamada Elizabeth I love you.
Además se involucró en labores de ayuda contra el hambre en Asia y África y aportó grandes cantidades de dinero y numerosas posesiones. Por su labor humanitaria recibió el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, en 1992.
Sus ojos violetas se apagaron en Marzo del 2011, pero sus películas, su glamour y su pasión permanecerán para siempre.
Termino con una de sus míticas frases que sin duda es 100% Elisabeth Taylor:
“Sigue tu pasión, sigue a tu corazón, y las cosas que necesitas llegarán»
Digital & Social Media Strategist en Stradivarius (Grupo Inditex). Personal Brander y especialista en comunicación online / BA en Business Management Staffordshire University / Master en Marketing Digital La Salle-URL (en curso) / Luxury Brand Management por ESERP / Experiencia en comunicación y marketing en TVLowCost, TheDoctorFactory, Soymimarca, BeAgency, profesora de Mkt Digital en La Salle BCN /Tertuliana en La Sexta TV