
Muchos habíamos llegado a simpatizar con ellos, con sus ideas frescas, con ese espíritu innovador que podía haber sido un nuevo mayo del 68. Hasta les dedicamos post hace algunas semanas. ¿Qué ha cambiado?, ¿Por qué esa marca que había cruzado fronteras parece verse inmersa en un proceso de degradación irreversible? ¿Qué pasó ayer en Barcelona?
Los sucesos de ayer en Barcelona son conocidos: un numeroso grupo de indignados trataron de impedir el acceso de los diputados al Parlament de Catalunya. ¿Eran los mismos indignados que habitaron la Plaza Catalunya o la Plaza del Sol? No lo sabemos, pero una cosa está clara: usaron su misma marca y destrozaron toda su reputación.
Hasta ayer, este movimiento social era reivindicativo, pacífico, constructivo, aportaban ideas frescas sobre las formas de la democracia. Ayer los indignados fueron indignos. Su marca cayó hasta lo más hondo del pozo. Todo el esfuerzo de un mes entero se vino abajo en pocas horas, cuando un grupo más cercano a los antisistema utilizó la violencia en su estado más puro.
Ya lo veis, lo difícil que es construir una marca y lo fácil que es destruirla. Es así con todo, con marcas comerciales, con marcas personales y con marcas de colectivos. Mucho tendrá que trabajar el colectivo 15M para reponer los platos rotos y y recuperar su marca.
¿Lo veis así? ¿Creéis que la marca se ha contaminado?
Guillem Recolons / asesor de marca personal
Consultor, formador y conferenciante sobre personal branding.
Socio fundador y Personal Brander en Soymimarca.
Convencido de que todo deja marca, ayudo a humanizar empresas y ayudo a profesionales a proyectar su marca para lograr sus objetivos.
Además de Soymimarca, soy socio en Integra Personal Branding México, y Director de Branding en Omnia Branding.
Profesor en ISDI, en el EMBA de IESE. Publicitario colegiado, master en Mkt y estudiante de grado de Humanidades (UOC).
Mi ADN está formado por experiencias en Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
guillemrecolons.com
Hay cosas que es muy dificil de evitar como que un grupete contamine, ensucie un ambiente,una imagen, una reivindicación… No apoyo las malas formas ni la violencia bajo ningún concepto, pero por ejemplo en las celebraciones de fútbol es bastante habitual ver batallitas con la consecuente intervención de la policía ¿mancha eso o contamina a toda una afición? Yo creo que no y con el 15M quiero pensar lo mismo.Espero que la gente no se quede con una imagen como esta última cuando durante casi un mes en las plazas se ha demostrado pacifismo,civismo y el aporte de ideas de cambio.
Buena pregunta, sí señor. Y claro, la respuesta es obvia, sí, sí contaminaron su marca. Tal vez lo que habría que preguntarse es quién les «proporcionó» esa marca. ¿Los medios dirigidos por exprogres, instalados ahora en el confort de las visas, American Express, entre otras? ¿Los partidos políticos de «izquierdas», que seguramente consideran que ese movimiento es un buen caldo de cultivo para amargar a la derecha el gobierno de lo que quede de España cuando se celebren elecciones generales? ¿De verdad le ha parecido a alguien que tenían «ideas frescas» o «espíritu innovador» en algún momento? ¿Qué se esconde tras aseverar que se ha de procurar «un mayor control de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado»? ¿Acaso hay corrupción en dichos cuerpos, o qué narices hay? ¿Qué significa «recuperación de la Memoria Histórica y de los principios fundadores de la lucha por la Democracia en nuestro Estado»? Por eso el dirigente de BILDU, señor Matute, ha dicho que «los rasgos definitorios que vamos conociendo del movimiento de respuesta ciudadana y los propios caracteres que BILDU ha ido dando a conocer a la ciudadanía guardan similitudes importantes».
Sinceramente, creo que hemos tenido lo que, desde el principio, cabía esperar. Se ha creado un monstruo y se le ha alimentado y mimado, y claro, los monstruos no dejan de serlo por recibir caricias. Cría cuervos, que te sacarán los ojos.
Habría que pedir cuentas a quien fue el primer responsable, el Vicepresidente y Ministro del Interior, señor Pérez Rubalcaba, que consintió se tomara una plaza pública y arruinara a los comerciantes que en la misma están instalados; y que desoyó la resolución dada por la Junta Electoral. Ojalá en España pudiese encausarse a un gobernante por sus decisiones perjudiciales para la Nación, tomadas con alevosía o por desidia, tal como parece sucederá en Islandia. No caerá esa breva, no.
Y no nos rasguemos las vestiduras cuando tal vez hoy en Valencia, o en Barcelona, la policía por fin actúe como tal. Si hay enfrentamiento, pues habrá heridos. Llevémosles al hospital, curémosles, y después llevémosles ante el Juez y, de no intervenir la política en un sentido o en otro, dejemos que la Justicia siga su curso, y que en los casos en que proceda, imponga penas de 5 años de cárcel a los que las merezcan por impedir a un parlamentario electo desempeñar sus funciones representativas.
Por último, arrebatémosles la marca «indignados» que se irrogaron sin mérito alguno, y se la concedemos, por ejemplo, a los comerciantes de Sol; o al pobre diputado catalán ciego a quien trataron de quitarle su bien y amigo más preciado, su perro lazarillo. Éstos sí que tienen razón para llamarse a sí mismos «indignados».
Evidentemente cualquier marca corre esos riesgos… y desde hace días se viene avisando del peligro de posibles infiltraciones, muy probablemente, orquestadas desde determinados grupos para, precisamente, conseguir desprestigiar la «marca». Deberán estar vigilantes a ello e implementar acciones, lo suficientemente, nítidas para que el público (por lo menos, el bien intencionado) pueda distinguir que es realmente el movimiento 15M.
María, tu símil con el fútbol es interesante, pero no hemos de olvidar que los clubs grandes arrastran tanta historia a sus espaldas (100 años en muchos casos) que a menudo están per encima de presidentes, entrenadores o jugadores. El fútbol vive a veces momentos violentos, pero éstos quedan eclipsados por el peso de una marca histórica.
El caso 15m es diferente, tiene una vida muy corta, y por esa misma razón la contaminación le afecta mucho más.
No creo que la situación sea irreversible, pero costará darle la vuelta.
Gracias por escribir!
Parece que sí, y veremos si no es irreversible.
Sospecho que los fenómenos tipo asamblea, y más los que son movimientos de masas, incurren en algunos riesgos ya desde el origen. En política circulan muchos gestos, mensajes y decisiones hacia fuera, por definición, y la necesidad de coherencia y control para que “la marca” subsista quizás sea una de las causas de lo que Robert Michels llamó la ley de hierro de la oligarquización. Hay una declaración tan oficial como es posible (http://bit.ly/kZil0N) pero no es probable que atenúe los daños del todo.
Otros riesgos son la radicalización permanente: La revolución devora a sus propios creadores y algo de eso lamentaba Ortega y Gasset con el “¡No es esto, no es esto!”.
Otros aspectos seguramente tienen que ver con la tentación de llevarse el agua a cada molino (la “tragedia de los comunes”, intentando verlo desapasionadamente, aunque la práctica bolchevique y leninista está documentada en decenas de procesos históricos), y en algunos casos eso quiere decir reinstalar chabolas en Sol cuando la asamblea ha decidido dejar la plaza libre y limpiarla a a fondo, o facilitar con la violencia popular el que de todas maneras es siempre un inminente desplome del sistema capitalista y la falsa democracia burguesa, ya se sabe, ¿no?. Por último, la agregación colectiva de creatividad y trabajo puede dar resultados magníficos (la wikipedia, por ejemplo, y ahora dicen que la constitución de Islandia – veremos), pero en política, de nuevo, hay limitaciones y abismos. Uno de ellos es lo que Kenneth Arrow llamó la paradoja de la imposibilidad general: no se pueden establecer preferencias individuales y combinarlas después de manera inobjetable. Así que necesitamos marcas, liderazgos y propuestas que sean sólidos, y hasta ahora no se ha encontrado una forma de democracia sin partidos – sometidos a la ley, a la crítica y a la concurrencia de alternativas constructivas, claro. [Sin un coste demasiado grande en cuanto a estabilidad y eficiencia: BMW es «te gusta conducir», no «te gusta pasarte la vida dedicado al mantenimiento de tu coche»] Un ejemplo próximo en esto de los nuevos inputs, que puede parecer curioso: http://bit.ly/ikhnGY .
Y es que hay cosas que deben mejorar, sin la menor duda. Lo susurra la inmensa mayoría silenciosa y cargada de autoridad moral ya desde hace años.
Saludos.
PS. “Sí, y sospecho que irreversiblemente. El poder y su conquista. Nada nuevo bajo el sol.”
Pienso que toda marca que refleja una condición o congruencia social, esta expuesta a ser utilizada por propios o foráneos para fines personales o políticos.
Bajo esa premisa, primero se debe pensar si ha sido la misma gente que comulga con ese ideal, la que ocasiono tales actos cuestionables.
A veces pueden ser eventos dirigidos para desacreditar o causar rechazo a un movimiento que consigue mucha identificación por ende también poder.
No estoy defendiendo la «marca» o diciendo que fue un acto en contra de… ya que el acto de por si, es criticable y repudiado quien fuese el verdadero gestor.
Para mí en ningún caso se mancha ni se contamina la marca.Otra cosa es que hilemos hasta el número de pie que calza cada miembro de un colectivo.En todo caso,he buscado y rebuscado imágenes,videos e informaciones de lo acontecido en Barcelona,y,o soy un antisistema y no lo sabía (tengo perro pero no sé tocar la flauta),o no entiendo hoy en día a qué se le llama violencia y radicalización.He visto a un grupo de gente llamar chorizos y sinvergüenzas a politicos y echarles agua o pintura.Insultos con una carga de intensidad mucho menor si se compara a otro tipo de manifestaciones o incluso adjetivos y acusaciones de medios de comunicación hacia nuestro Gobierno y politicos que hacen que los improperios de los indignados sean un tanto ridículos.
Respecto a los objetos lanzados(agua y pintura y por unos pocos)no deja de ser hasta cierto punto un tanto siniestro,que éstos politicos que cargaron (mandaron cargar) sin piedad a golpe de porra y pelotas de goma contra gente sentada y sin ningún ánimo de reacción dias antes,pongan el grito en el cielo por haber sido manchados o mojados.Hilarante a llegado a ser ver politicos gritando «auxilio» por ser simplemente llamado chorizo o sinvergüenza,algo de lo que se suelen llamar los politicos entre ellos día sí y día también o peores cosas…
Ni de lejos me ha parecido ver mancillada la democracia por éstos hechos,al contrario.O puede ser,que cada uno entienda la democracia como le dé la gana entenderla.
Los que esperaban que éstos movimientos iban a cambiar algo en un mes escaso que están dando la nota, o son inocentes o les gusta las cosas tal y como están y esperan la mínima para criticar y para echarse encima del que se mueva,eso sí,sentado comodamente en el sofa.Lo que no han conseguido solucionar o mejorar éstos politicos en 30 años,no se lo podemos exigir a éstos chicos (que muchos no habian nacido y ya estaban en la politica casi todos de los que aún están) en un mes.
Saludos
Antonio Javier, aunque tu exposición parece algo sesgada políticamente, plantea elementos de reflexión. Quizás alguien se anime algún día a escribir un libro sobre «la toma del Parlament» y describa, siguiendo tu hilo, un conjunto de complots orquestados desde algunos partidos políticos para desgastar a otros.
El tiempo lo dirá. De momento, te agradezco tu reflexión.
Si Guillem tienes razón que los clubs de fútbol son una marca con toda una historia detrás pero creo que los actos violentos también la»arañan».
Creo que después de la protesta masiva de este domingo nos encontramos ante un caso de una marca joven que no ha salido mal parada ,me atrevo a decir que no ha sido contaminada . Haber condenado la violencia y haber establecido comunicación antes del 19J con la Conselleria de Interior para dialogar y evitar actos violentos me han parecido estrategias acertadas.
Juan, te respondo con algo de retraso pero con algo más de información. Parece que la manisfestación del 19J en distintas ciudades del país ha dejado claro y evidente que los indignados son no-violentos.
Eso, sin duda, mejora en mucho el estado de su marca, aunque tendrán que mantener la guardia alta para que no se «cuelen» en el grupo los antisistema.
Hola Ginés, y gracias por tu comentario bien referenciado.
Hay algo que los que trabajamos en marcas vemos desde fuera, y es la ausencia de líderes con nombre y apellidos, con historias personales de éxito o de fracaso.
Pocas veces -quizás ninguna- en la historia se ha visto prosperar movimientos sociales relevantes sin cabezas visibles.
Yo les aconsejaría un sufragio para elegir representantes.
No sé si lo compartes
Manolo, ya habrás visto que corren por ahí teorías diversas sobre quién provocó la violencia.
Aunque la marca ha quedado bastante tocada, parece que la capacidad de movilización está dando frutos hacia el 15M, pero si todo esto no se traduce en algo muy concreto en las urnas los políticos pasarán página sin más.
Nacho, aunque la lectura de los hechos siempre puede ser subjetiva (y debe serlo), lo cierto es que las imágenes del 15J dieron la vuelta al mundo y no en un sentido muy positivo.
Por la reflexión que haces yo nunca diría que eres un antisistema. En cualquier caso, eres crítico contra el sistema.
María, hola de nuevo. Coincido contigo en el acierto por parte de los indignados de desvincularse de los actos del 15J y de condenar la violencia. Eso les da una nueva vida, aunque tendrán que vigilar de cerca a los grupúsculos que pretendan contaminar la violencia al grupo.