El diccionario de la RAE define al artista en una de sus acepciones como aquella «persona dotada de la capacidad o habilidad necesarias para alguna de las bellas artes». Si nos preguntasen a bote pronto cómo imaginamos a un artista, no faltarían los calificativos que están presentes en su definición, de donde surge la gran dificultad de su tarea. También utilizaríamos calificativos como excéntrico, sensible, obsesivo, diferente, rebelde, libre, solitario, bohemio, neurótico o loco, por poner algunos ejemplos. Pues bien, para llegar a esta visión y concepción de su labor, los artistas han pasado por muchos momentos complejos a lo largo de la historia para centrar y acotar su papel en la sociedad.
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Los primeros artistas
Históricamente, la tarea del artista ha formado parte de los oficios que utilizaban las manos para su elaboración, los oficios manuales, que no eran los más valorados, sino uno más, compartido con tejedores u orfebres, por poner un ejemplo. Históricamente se citan dos momentos en los que las cosas empiezan a cambiar: la Grecia del siglo IV a.C. y, por supuesto, el Renacimiento. Es en estos momentos cuando los artistas toman conciencia de su propia labor, de su individualidad y del valor de su trabajo, y empiezan a romper barreras.
La huella

Durante esa toma de conciencia empiezan a elaborar la huella que planean dejar para la historia, su marca personal: se produce el tránsito de artesano a artista. El artista es un artesano con marca personal, podríamos decir. Es una constante en los pintores de Grecia el hecho de negar el carácter meramente artesanal del trabajo que implicaba la pintura y su progresivo intento de integrar su arte en su forma de vivir y de vestir. En un ejercicio que ahora consideraríamos como branding en estado puro, se cuenta que el pintor Zeuxis «puso su nombre tejido en letras doradas en las bordaduras de sus vestidos».
Sin marca personal no hay artista: el principio
A pesar de este y otros múltiples gestos que denotan un cambio de mentalidad y un respeto por la propia personalidad de los artistas, no será hasta finales del siglo IV cuando el historiador Duris de Samos escriba su Vidas de pintores y escultores. El salto definitivo del artista hacia la conquista del respeto hacia su condición se produce en el Renacimiento. Es ahora cuando los artistas se liberan del estigma de haber trabajado, como los artesanos, con sus manos para ganar dinero. En este sentido, los pintores son mejor considerados que los escultores, ya que su trabajo requiere un menor esfuerzo físico. Los artistas se agrupan dentro de un gremio que se rige por reglas, valores y circunstancias de las que progresivamente se van liberando.
El gremio
Un punto de inflexión decisivo en la vara de medir los oficios dentro del marco de un gremio, fue la necesidad de adecuarse a los logros y la perfección técnica que marcaban las reglas, que excluían por completo una característica intrínseca y esencial de lo artístico: la creatividad. En el nuevo contexto surgido en el Renacimiento, el artista participa de una toma de conciencia individual al afirmar su personalidad, y se libera así del yugo de un organismo que inicialmente había velado por sus intereses y que acabó siendo su propia cárcel: el gremio.
Un caso célebre, en este sentido, fue el de Brunelleschi, que fue encarcelado por negarse a pagar la cuota del gremio al que pertenecía. Once días más tarde, gracias a la intervención de las autoridades catedralicias, fue puesto en libertad y pudo continuar con los trabajos en la cúpula de la catedral de Florencia. Como nos recuerdan Rudolf y Margot Wittkower en Nacidos bajo el signo de Saturno: «El reto que hizo Brunelleschi a las leyes gremiales tiene una importancia no meramente personal: salió victorioso y estableció el derecho que tenía un hombre de velar por sus propios intereses y actuar de acuerdo con su conciencia». Por tanto, es el Renacimiento el momento histórico que pone al artista en la senda de lo que hoy conocemos como tal. Es el momento en que el artista, para ejercer como tal, ha de dominar todos los saberes de su tiempo, y en que la destreza técnica, la sensibilidad, la matemática y la ciencia se alían para adentrar al arte en el terreno de las profesiones liberales. Cuestión nada desdeñable si pensamos desde nuestra actual mentalidad de colocar las ciencias y las letras en cajones-estanco completamente aislados en perjuicio de todos.
Artista y estrategia (no consciente) de Personal Branding
En ese momento histórico, el artista va conociéndose a sí mismo, toma conciencia del valor de su trabajo y, como consecuencia, se hace respetar en un ejercicio que, con criterios actuales, no podríamos calificar de estrategia de personal branding en sentido estricto. No obstante, de alguna manera, comparte algunos parámetros que esta disciplina pone en valor para ser alguien conocido y valorado en el mercado al que uno se dirija.
Un artista es un artesano con marca personal
En definitiva, para concluir este breve repaso histórico, podríamos decir que un artista es un artesano con marca personal, y que para ser un artista es necesario trabajar la huella personal en los demás, tal y como demuestra la historia del arte.
Enrique Rueda. Muchas veces los estudios que elegimos inicialmente nada tendrán que ver con nuestro futuro laboral. O eso es lo que creemos. Al tratarse de años cruciales, moldean nuestra forma de ver el mundo. Ese fue mi caso. Aunque estudié Historia del Arte y nunca he abandonado la crítica, me dediqué al marketing y a la coordinación de equipos comerciales, y dudo de que hubiera desempeñado mi labor de la misma forma si hubiera estudiado otra disciplina.
No es fácil encontrar artículos en blogs profesionales sobre los artistas. Parece que su creatividad los exime de trabajar duro, de madrugar, de crear su propia marca, de venderse. Así que gracias, Enrique, por sacar este tema. ¡Ha sido muy interesante!
Grandioso post, muestra la gran variedad retos que deben ser tomados, por otra parte el arte como expresion innata del ser ah de ser emitido desde la esencia, si esta bien de que sin una marca directa de cada uno de los interpretes no habrá ninguna clase de artista, inclusive desde hace mucho tiempo todo tipo de arte ha sido marcado.