Drama o comedia, los actores aprenden a interpretar un personaje que no son. En la medida en que más creíble lo hacen, mejor. Cuanto más contenido emocional aportan, más real y creíble es el papel que representan. Nosotros no somos actores, somos personas. Si a estas alturas aún no hemos encontrado la diferencia, tendremos que volver mucho más atrás en los cientos de posts que hemos publicado ya en ese año largo de soymimarca.Y ya que estamos en un mundo real, donde no podemos volver al camerino a transformarnos de lo que interpretamos a lo que somos, tenemos que dar credibilidad a nuestro personaje. Un personaje que coincide con la persona, y que en el caso que establezca el objetivo de encaminarse al éxito y el reconocimiento social.
Alan Ayckbourn es un autor teatral británico que hace unos años profundizó al respecto mezclando técnicas teatrales y dramáticas, basadas en la persona y no en el personaje, o al menos cuando son coincidentes, como tácticas a seguir para encaminarse a la búsqueda de ese aplauso.
Podemos aportar las siguientes:
1. ARTICULA UNA BUENA HISTORIA DE VERDAD
¿Cuál es mejor que tu propia vida? Escribe tu guión, el vivido y el que tienes por vivir. Verás que es una gran historia, y tú eres su mejor cronista. Marca en ella los tiempos, los pasos, el ritmo y define la duración. El final no es lo único que cuenta, a veces dura tan sólo un instante.
2. MANTÉN EL MIMETISMO Y LA ACTITUD DEL CAMBIO
La vida es cambio, siempre lo ha sido, y eso no es nada nuevo. ¿Aprecian los demás que eres una persona que crea su propio futuro o que depende de terceros para ello? Evoluciona, cambia, adáptate.
3. CONFÍA EN TU INSTINTO
Confía en él porque es parte de ti mismo. No esperes siempre a disponer de toda la información, muy posiblemente en muchas ocasiones no podrás contar con ella.
Dejemos de lado la ingenua idea de contar con toda la información para tomar decisiones.
4. EL REPARTO LO ES TODO
No es fácil hacer las cosas solo. Tampoco es recomendable. El éxito tiene un sabor amargo cuando se conquista en soledad. Elije los colaboradores idóneos, busca un equipo del que aprender, y al que enseñar. Es la actitud de compartir, es la mentalidad emprendedora.
5. DI LA VERDAD O NO DIGAS NADA.
“Podrás engañar a una persona durante toda la vida. Podrás engañar a todo el mundo durante un rato. Pero nunca podrás engañar a todo el mundo durante toda la vida” . Las grandes personas construyen su historia sobre mundos reales, las mentiras piensan en el corto plazo, y suelen salir a la luz. Los pillos y los listos juegan con la mentira. Los inteligentes juegan al largo plazo, y sin dejar nada que ocultar.
Pablo Adán Micó. Consultor de marketing y estrategia personal. Docente y conferenciante de Habilidades Directivas y Sociales, Marca Personal y Liderazgo para empresas, centros de formación, universidades y escuelas de negocio. Autor de «Cómo ser una Persona Influyente», «El Reto, estrategia personal para tiempos de incertidumbre» y «SOS tengo un jefe tóxico», entre otros.
El problema viene cuando la propia vida no puede reescribirse, cuando el problema es lo escrito en aquellos que te han seguido.
La solución? decir, con humildad: «soy lo que he sido, y lo que quiero ser». No se trata de reescribir, se trata de escribir tu vida en base a uno mismo, sólo así puede dirigirse. El verdadero guión viene de uno mismo, y encontrarse, encontrarlo, es lo complicado. Quizás no todos, pero sí muchos, veran en ti aquello que nunca vieron.