Siendo realistas, esta es una de las primeras preguntas que todos nos hacemos cuando pensamos en crear y construir nuestra Marca Personal.
Tenemos a nuestra pequeña conciencia que nos dice continuamente lo tuyo no es tan importante, te leerán cuatro gatos, a quién le va a interesar lo que tu aportes…
Siempre he defendido la teoría que cualquier profesional, sin importar el ámbito que desarrolle, puede aportar algo nuevo y distinto en cualquier materia.
Cada uno de nosotros hemos vivido experiencias profesionales, que unidas a las personales, conforman una visión distinta del mismo ámbito profesional, y esta visión es enriquecedora para todos aquellos que puedan sentirse identificados o por aquellos que quieran aprender de nuestra experiencia.
El error es pensar que no tienes nada nuevo que aportar, que está todo dicho y hecho, pero no es verdad, la idea de construir tu propia Marca Personal no es que te sigan millones de personas, convertirte en un Gurú internacional, sino es algo más sencillo, es aportar tu granito de arena para que otros puedan aprender de tu experiencia y a la vez aprender tu de la suya.
Estamos en una sociedad que cada vez tiene más fácil poder interactuar y compartir conocimientos, estamos en un momento, donde las redes sociales, la interacción on line y off line nos ayuda a conocer a otros profesionales de los cuales podemos aprender y enseñar.
En esta vida todos somos alumnos y maestros
Debemos dejar a nuestra conciencia a parte, darle unas vacaciones, que se lo merece y apostar por compartir todo aquello que sabemos, todo aquello que puede aportar un valor y que nos puede dotar de valor añadido, demostrar y compartir son las claves para crear y construir una Marca Personal.
Javier Zamora Saborit. Doctor en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Jaume I de Castellón. Conferenciante y asesor de marca personal deportiva de jugadores de primera, segunda y segunda B, clubes y atletas olimpicos. Profesor del posgrado en Personal Branding en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL).
En esta vida todos somos alumnos y maestros. Gran verdad. Pero sobre todo alumnos, siempre alumnos aunque, frecuentemente, nuestros maestros no saben que lo son. Cuantas veces aquel, con muchos menos conocimientos o experiencia que nosotros, inconscientemente, nos ha hecho ver nuestro error, nos ha dado una perspectiva que no habíamos considerado o, simplemente, nos ha dado la solución que no habíamos visto.
Es importante mantenerse siempre atento, tener una mente abierta y la humildad y sentido común suficientes para saber valorar y asumir las mejores ideas que se nos ofrecen, desechando aquellas menos afortunadas.