No es esnobismo. La lengua inglesa tiene expresiones insuperables, y «keep talking» es una de ellas, que vendría a ser «seguir hablando». La he recordado gracias a un texto del físico inglés Stephen Hawking escrito en 1993 y que protagonizó un genial anuncio publicitario creado por Saatchi & Saatchi para British Telecom que luego inspiró a Pink Floyd para escribir su canción «Keep talking«.
Estamos más que nunca necesitados de esta filosofía «keep talking», ya que su ausencia provoca guerras y conflictos de difícil solución. España, Cataluña, Venezuela, la amenaza de Estado Islámico, el conflicto permanente entre la comunidad judía y la palestina, las dictaduras bananeras, el conflicto de Siria o Irak y los cientos de miles de refugiados… No acabaríamos nunca.
Pero está claro que todos los conflictos tienen un denominador común: la falta de diálogo. Cuando se rompe el «keep talking» las posiciones se polarizan al máximo hasta impedir el acuerdo.
Los ciudadanos que tenemos la suerte de votar con libertad a nuestros representantes políticos estamos viviendo un estadio que supera con creces la desafección: ahora es desconfianza. Asistimos atónitos a situaciones esperpénticas que se prolongan hasta el infinito porque nadie esta dispuesto a ceder, todos tienen líneas rojas por las que están dispuestos a inmolarse si es necesario antes que ceder.
¿Qué político en su sano juicio se empeña en defender el programa de su campaña sin haber obtenido el 51% de los votos o su equivalente en escaños? La respuesta la conoces bien: todos sin excepción.
Es el fracaso de la confianza
El sociólogo pesimista Zygmunt Bauman, en una entrevista publicada en El País lo deja claro: «La gente ya no cree el sistema democrático porque no cumple sus promesas» y «…es el fracaso de la confianza. La creencia de que los líderes no sólo son corruptos o estúpidos, sino que son incapaces». De acuerdo, quizás pienses que es una visión demasiado catastrofista, y el fondo la vida sigue, pero no olvidemos que Bauman es sociólogo, y sus conceptos tienen base.
A la mierda las líneas rojas
No soy especialista en negociación, pero ir con un bloque de líneas rojas a una reunión de negociación es acudir predispuesto al fracaso. En España se está viviendo. Los partidos políticos ponen sus «condiciones incondicionales», y con eso certifican la muerte de cualquier posibilidad de diálogo y de acuerdo. Si yo he votado a un partido que defiende una postura y ese partido no llega al 51% de representación, puedo entender que se necesite renunciar o reducir el peso de esas posturas. En el mundo de los negocios funciona, en la calle funciona ¿por qué no aplica al entorno político?
Todo esto me lleva a pensar que nuestro modelo educativo acusa muchos déficits, pero sobresale la ausencia de didáctica sobre negociación, oratoria, diálogo. Si no entendemos que los mercados son conversaciones estamos abocados al caos. Nuestra única esperanza es que quienes nos dirijan escuchen la voz sintetizada de Hawkins e interioricen el «keep talking» y eviten levantarse de sus sillas hasta llegar a un acuerdo.
El resto de mortales debemos elegir si nos sumamos al bando de los «keep talking» y avanzamos aunque sea cediendo o por el contrario nos afiliamos a las posiciones enrocadas que preceden al caos.
Por si puede inspirar, aquí os dejo el vídeo con el texto íntegro del físico inglés para el anuncio de BT, una maravilla:
Consultor, formador y conferenciante sobre personal branding.
Socio fundador y Personal Brander en Soymimarca.
Convencido de que todo deja marca, ayudo a humanizar empresas y ayudo a profesionales a proyectar su marca para lograr sus objetivos.
Además de Soymimarca, soy socio en Integra Personal Branding México, y Director de Branding en Omnia Branding.
Profesor en ISDI, en el EMBA de IESE. Publicitario colegiado, master en Mkt y estudiante de grado de Humanidades (UOC).
Mi ADN está formado por experiencias en Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
guillemrecolons.com
Que nuestros políticos te oigan, Guillem
Ja, ja, ese es nuestro sueño, pero temo que no es el suyo. Gracias por escribir, escritora!
Genial!! Gracias
Gracias Rosa! Como dice mi buena amiga Natalia, ojalá los políticos lean esto!