¿Hasta qué punto la marca personal de Pasqual Maragall como alcalde de Barcelona sobrepasó la marca política del PSC en los años ochenta? ¿Qué marca – y qué storytelling – fue más potente, la de John Kennedy o la del Partido Demócrata, en la América de los años sesenta? ¿A quién votaron muchos españoles en su momento, al PSOE o a “Felipe”?

¿Es la huella personal de un político más importante que la marca del partido al cual pertenece? ¿O al revés? ¿Deben crear sinergia? ¿En cada campaña puede variarse el peso de una y otra?
La profesionalización de las técnicas del Personal Branding orientado a profesionales, directivos, estudiantes y líderes políticos, empieza a ser una feliz realidad en nuestro país, aunque todavía con timideces inexplicables por parte de clientes potenciales. Porqué la construcción estratégica de una marca personal basada en nuestros valores irrenunciables, nuestro talento, nuestras habilidades y nuestra fama para lograr determinadosobjetivos, – buena reputación y visibilidad – puede dar resultados mucho más potentes que la construcción de una marca política, por mucha historia, atributos y acciones asociadas que ésta pueda llegar a tener.
Y esto es así porque las personas siempre comunicaran mejor los valores que los productos, o las asociaciones, o los partidos políticos. Porqué tienen alma, porqué transmiten emociones y crean percepciones.
En todo caso, y en comunicación política, es muy importante que exista una congruencia entre la marca personal del líder y la marca política a la que representa. Los valores, atributos, promesas, imagen ycomportamientos del político, deben ser coherentes con los atributos, actuaciones, valores e ideología – con la marca – de su partido.
Sostengo que hoy por hoy, con las fronteras ideológicas entre la izquierda y la derecha más que desdibujadas, con la crisis de confianza que el sistema de partidos ha generado, y con la imperiosa necesidad de insuflarcredibilidad y autenticidad a los hombres y mujeres que se dedican honestamente a la política, el Personal Branding Político – la construcción de una marca personal-política coherente y consistente – es una buena inversión de futuro.
¿Tú lo ves así? ¿O no?
Periodista y politóloga. Dircom de instituciones públicas y privadas. Comunicación corporativa, marketing de contenidos, Comunicación política, Social Media
Las últimas décadas muestran claramente un interés mayor por la persona versus la institución, empresa, partido…. Eso lo vemos reflejado en las búsquedas que registra Google, donde cada vez interesa más saber el quién (persona) y el por qué (relato).
En política, la partitocracia dará paso en pocos años a un sistema de listas abiertas que facilitará la eclosión del talento individual y la no alineación sistemática de los valores personales con los de un partido. Se generará un debate más abierto, más dinámico, más participativo, más rico. El personal branding ayudará al político a encontrar su posicionamiento diferencial y destilar un discurso propio que le ayude a convertirse en una opción preferente. Ayudará a entender que sin tres valores básicos -autenticidad, honestidad y autoridad- no se puede emprender ese viaje.
Buen post, lo comparto al 100%.