Preguntaba hace un par de semanas si realmente importamos a los políticos, intentando reflexionar sobre las causas del escrache que desgraciadamente es un tema que sigue muy vivo. Lo de desgraciadamente va dirigido a todas las partes, tanto a los que hacen escrache, que son víctimas de una situación que no buscaron y que se niegan a aceptar desde la impotencia, como los que lo sufren porque, seguro, es una situación muy dura que invade los ámbitos más privados de la vida de los afectados. Hasta aquí no hay nada nuevo que comentar.

La situación desborda y afecta a toda la clase política porque yendo dirigidas las acciones de escrache a los miembros del Partido Popular que, no olvidemos, tiene mayoría absoluta y por tanto la capacidad plena de decidir por sus propios medios, en realidad expresa descontento por la falta de respuesta que se está dando desde todos los ámbitos a las consecuencias de la crisis.
Lucía Etxeberría exponía en el Magazine de La Vanguardia del pasado domingo una curiosa paradoja: En muchas democracias parlamentarias, frente a lo que pasa en España, los diputados tienen contacto directo con sus electores, se reúnen con ellos, los escuchan y los miman porque saben que su reelección depende de ello y al final votan en consciencia; aquí prima la disciplina de partido. Por otra parte la Constitución en el artículo 67 prohíbe explícitamente cualquier presión sobre el voto de un senador o diputado, lo que se llama “interdicción de mandato operativo”. La disciplina de partido limita la capacidad de decisión de cada electo, la presión para que acaten el mandato del partido puede ser enorme llegando a las sanciones económicas y aquí la paradoja si presiona a un diputado el partido no pasa nada pero si lo hace un ciudadano o varios se produce un atentado contra la Constitución.
¿Se mide con doble vara?
También es cierto que en otros pagos los electos son presionados de manera directa con lluvia de huevos, tomates y otras hortalizas incluidas y nadie se rasga las vestiduras.
Lo que parecería, tal como sigue apuntando Etxebarría, ser cierto es que iniciativas como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca no hubieran nunca surgido de haber tenido los diputados un contacto directo y sincero con el electorado y el escrache sería un concepto afincado en ultramar.
La respuesta oficial a la situación, lejos de apuntar por la reconstrucción de los canales de comunicación potenciando la gestión de las marcas personales de los electos utilizando la potencia de las redes sociales, se ha basado en la polarización y demagogia: “tratar de violentar el voto es nazismo puro” dijo Dolores de Cospedal el sábado pasado para añadir cuatro días después “los votantes del PP siempre pagan la hipoteca”, “llegan mal a final de mes pero pagan la hipoteca, “se pueden quedar sin comer” pero pagan la hipoteca mientras que otros “con excusas vagas”, no hacen lo mismo. ¿Los electos representan sólo a sus electores o a toda la sociedad? ¿Es totalmente cierto que ningún votante del PP ha tenido que recurrir al impago de la hipoteca y a pedir una dación en pago?
Lejanía, polarización y demagogia son elementos que pueden hacer añicos el sistema democrático.
Estamos a tiempo de poner en marcha soluciones. Nuestra democracia necesita políticos con una marca personal fuerte, en contacto y al servicio de los electores y de toda la ciudadanía que sean capaces de escuchar y aportar soluciones a los problemas reales votando en consciencia sin temor a las represalias de sus partidos. Para que sigan siendo los elegidos.
Asesor de marca personal y socio de Soymimarca / Profesor Asociado en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL) y Director del Posgrado en Personal Branding en la Facultad de Comunicación Blanquerna (URL) / Economista (UAB). / PDD & MBA (IESE Business School & The University of Chicago). / Coach titulado (University of Texas, Dallas). Miembro de AECOP. / Miembro certificado de la International Coach Federation ( Associate Certified Coach). / 25 años CFO,CEO. Co fundador del Grupo Sintax Logistica.
Uno de mis jefes decía que antes de ser un buen ingenierio había que trabajar unos años en el taller para saber como se hacen realmente las cosas y creo que lo mismo debería aplicarse a los politicos antes de tomar un cargo deberían saber lo que pasa exactamente en sus diputaciones
Deberiamos recordar las teorias clasicas de Aristoteles que entendia el ejercicio del poder desde quienes estuvieran capacitados para ello. En el mundo se solidifico una casta politica de casi nula profesionalizacion y ninguna capacidad de gestion. Particularmente creo que los estados modernos albergan gran cantidad de gente ineficaz cuyo costo se podria reducir si lo formamos por personas altamente capacitadas que aseguren la eficiencia de la gestion, debiendose terminar con el populismo y clientelismo que lo unico que hace es empobrecer mas la dignidad de las personas con mentiras permanentes, desde que se trata de dirigentes que apuestas por la inexistencia de la educacion y de la cultura para tener sometidos a los pueblos y asegurar su permanencia en el poder.-