Tres trucos para conseguir llegar a fin de año, por @jordicollell

Para muchos las vacaciones hace poco que se han terminado, por lo menos en este hemisferio septiembre es el mes de la vuelta a empezar de casi todo pero parece que haya pasado una eternidad. A estas alturas del mes ya hemos tenido tiempo de reemprender lo que dejamos pendiente en julio y agosto, los niños, para los que los tenemos es un dato importante, ya están en sus respectivos colegios y empezamos a tomar consciencia de tercer trimestre y vemos que a lo lejos el fin de año acecha y nos recuerda permanentemente lo mucho que nos queda por hacer y el poco tiempo que tenemos. Total un agobio que dependiendo de cómo nos lo montemos puede ser un desastre.

Frente a estas situaciones en las que nos falta tiempo y necesitamos ser extremadamente productivos tengo que decir de antemano que no existe ninguna fórmula mágica que nos permita superarlas de manera totalmente exitosa pero si tenemos en mente algunos aspectos prácticos podemos conseguir salir airosos y pasarlo bien dentro de lo posible.

En primer lugar hemos de evitar caer en la dinámica del agotamiento. Aunque que una mancha de grasa se quita con otra grasa si queremos ser altamente eficaces tenemos que descansar adecuadamente e intentar dormir las necesarias siete u ocho horas diarias. Si descansamos seremos mucho más productivos y trabajaremos con mayor calidad pero para ello hemos de convencernos que trabajar más horas no significa producir más aunque a nuestro alrededor haya muchas personas que se empeñen en querer demostrarlo. Al final la responsabilidad es nuestra y nos juzgarán por los resultados y no por la temperatura de la silla que ocupamos.

En segundo lugar hemos de trabajar de manera organizada poniendo orden dentro del laberinto permanente en que se va convirtiendo nuestra vida profesional y personal. Una vez hayamos dormido bien tomemos un momento para planificar, tomar consciencia de la complejidad de la situación y dirigir nuestras acciones hacia las cosas importantes. Por regla general lo urgente no nos deja ver lo que es importante, acabamos dando auténticos palos de ciego y acabando los días con la sensación de que no hemos hecho nada positivo.

Para planificar se necesita papel, lápiz, tiempo y técnica. Yo recomiendo siempre a mis clientes dibujar mapas mentales para convertir el caos en claridad. Lo que nos marcará la prioridad y la importancia de las tareas será su convergencia con nuestra misión, visión y valores, todo lo que nos aleje de nuestro propósito debe ser delegado y si es posible archivado en la papelera. Y recomiendo hacerlo lejos del ruido, fuera de la oficina y de las interrupciones.

Finalmente, para ser eficaces nos hemos de alejar de todo aquello que nos distrae y nos dispersa. No es necesario tener el teléfono conectado permanentemente, podemos organizarnos para devolver llamadas en una franja horaria que nos convenga y que sea coincidente al máximo con la de nuestros interlocutores y esto mismo aplica para las redes sociales que son fácilmente planificables.

Cuando gestionamos nuestra marca personal nos dotamos de los elementos de autoconocimiento que nos permiten gestionar mejor nuestras capacidades orientándolas hacia aquellos objetivos que nos dan sentido y trabajamos los elementos estratégicos para que esto sea posible. En definitiva nos ayuda a tener los elementos para que nuestra vida sea más plena.

 

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