#MarcaPersonal al servicio de la ciencia, por @FranSegarraB

¿Marca personal y ciencia?

Siempre voy a recordar con mucho cariño, una sonrisa y cierta melancolía a mi primer cliente como consultor de marca personal, el Dr. Rafael Bisquerra, hace unos 10 años.

Recuerdo al Dr. Bisquerra como un hombre de ciencia de los que ya no quedan. Amable, cercano, muy tranquilo, afable. Pero sobretodo recuerdo la capacidad de imponer un inmenso respeto tan solo con su presencia. Si estabas con él, sabías que estabas al lado de una eminencia.

Un día, trabajando en su despacho, le preguntamos si nos podía prestar ALGUNOS de sus libros para extraer texto y traspasarlo a la web…. Nos plantó como 6 libros en la mesa. Y no eran precisamente de bolsillo.

Estaba claro que el reto era trasladar toda esa potencia personal y de producción científica al mundo online. Pero lo más interesante sería poder luego observar qué sucedía una vez lo hiciéramos.

El resultado fue espectacular.

Primero, la “cruda realidad”

Lo cierto es que el caso del Dr. Bisquerra, sinceramente, no es el habitual. Quizás estuvimos en el momento y lugar adecuados para que accediera a trabajar su marca propia, pero es un hecho que el concepto de marca personal genera resistencia en el mundo de la ciencia y la investigación.

El científico cree que mezclar estos mundos “prostituye” su trabajo, hace protagonista a la persona y no al conocimiento, e hipoteca su credibilidad hacia la comunidad científica, porque se pone en manos de “marketeros” que van a convertir su trabajo en un producto comercial.

Una fuerte creencia limitante que genera un estereotipo. Estereotipo que genera resistencia. Resistencia que ciega e impide aprovechar las increíbles oportunidades que nos brinda el hecho de liderar, a cara descubierta, los proyectos científicos.

Por otro lado, siento que ese estereotipo genera también pérdida. Pérdida de accesibilidad. 

Creo que la marca personal puede hacer la ciencia más accesible a todo el mundo, ya que al final las personas estamos programadas para entendernos con otras personas. Empatizar y comunicar. Democratizar el conocimiento.

Equilibrio entre el 1.0 y el 2.0

Después del Dr. Bisquerra, vinieron más académicos a los que ayudar: Dr. Torrell , Anna Soldevila... y a partir de todos estos proyectos, saqué estas conclusiones que hoy ensayo contigo.

Inherentemente al desarrollo de su actividad, un profesional académico tiene una producción científica muy rica, de mucha calidad y en ocasiones muy extensa.

Pero la realidad es que todo ese poder divulgativo no está ordenado ni es accesible en la red. Y esto es tremendamente injusto tanto para el profesional académico como para la persona que busca información de calidad.

Iniciar un proceso de personal branding nos brinda una oportunidad única de recopilar y dinamizar toda esta valiosísima producción científica y además, asociarla consistentemente con su autor en el entorno 2.0.

La creación de un blog personal, clave en la divulgación.

Es cierto que ya existen muchos buscadores de artículos y estudios científicos, como por ejemplo el portal PubMed o muchos directorios de revistas científicas para consultar.

Incluso también se ha creado ResearchGate , una red social dirigida a personas que hacen ciencia, en cualquier disciplina.

Blog y ciencia: beneficios

Pero la realidad es que estos canales no son conocidos para el público en general. Crear un blog propio reporta beneficios tan importantes como:

  • Generar más impacto en la divulgación del contenido de calidad que propulsa al autor como referente en tu sector.
  • Posicionamiento de valor dentro de la comunidad científica, dado que la referencia o fuente primaria para acceder a lo que hayamos producido será el mismo autor y no un buscador determinado.
  • Y quizás lo más importante, dará accesibilidad, proximidad y confianza no solo hacia el científico/ académico, sino también a todo su equipo investigador, posibilitando la entrada de contactos, colaboraciones y peticiones de más calidad.

2 comentarios en «#MarcaPersonal al servicio de la ciencia, por @FranSegarraB»

Deja un comentario