O, para ser exactos, BlackBerry abandona a los usuarios particulares para centrarse en las empresas. La noticia saltó a los medios hace pocos días, y no deja de sorprender que un gigante como Blackberry haya tirado la toalla ante el dominio de iPhone y Android.
La innovación, o la falta de ella, ha tenido mucho que ver en la decisión drástica de Thorsten Heins, el nuevo director ejecutivo de la compañía que fabrica Blackberry. 125 millones de dólares en pérdidas en el último trimestre parecen ser la razón que impulsa a la compañía a abandonar a los millones de personas que han confiado su telefonía y datos móviles en Blackberry.
La caída del servicio de correo electrónico en otoño 2011, junto con la falta de un sistema operativo más atractivo fueron los detonantes de una caída estrepitosa en las ventas de la compañía.
En mi entorno cercano, lo cierto es que he vivido muchos abandonos de amigos y colegas que tenían Blackberry. La mayoría criticaban al iPhone y han acabado con uno de ellos.
Pero la decisión de Blackberry me plantea dos interrogantes
- ¿Qué credibilidad tendrá en el mercado de empresas una compañía que ha «fallado» en el mercado de consumidores?
- ¿Qué pensarán los actuales fieles a la marca que acaban de adquirir un terminal móvil Blackberry?
Hace tiempo que andamos inmersos en una cultura visual. Algunos lo llaman «visual thinking«, aunque el nombre no hace la cosa. Pero es una realidad indiscutible. Mi buen amigo Gian-Lluís Ribechini, ingeniero especializado en innovación, ya viene hablando hace tiempo de la necesidad de innovar hacia lo visual. Sigue siendo cierto aquello de «una imagen vale más que mil palabras», y por eso Facebook tiene más usuarios que Twitter. Y por eso Pinterest despierta pasiones entre quienes lo prueban.
Blackberry no supo ver a tiempo que lo visual y lo táctil se impondrían. Es toda una lección. El problema de la caída del servicio de correo electrónico solo fue la gota que colmó el vaso. El problema real era la falta de fe en la innovación. Espero, de todas maneras, que Blackberry tenga mejor suerte en el futuro, pero tendrá que invertir mucho en tecnología y aun más en reputación: reposicionar una marca no es fácil.
Consultor, formador y conferenciante sobre personal branding.
Socio fundador y Personal Brander en Soymimarca.
Convencido de que todo deja marca, ayudo a humanizar empresas y ayudo a profesionales a proyectar su marca para lograr sus objetivos.
Además de Soymimarca, soy socio en Integra Personal Branding México, y Director de Branding en Omnia Branding.
Profesor en ISDI, en el EMBA de IESE. Publicitario colegiado, master en Mkt y estudiante de grado de Humanidades (UOC).
Mi ADN está formado por experiencias en Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
guillemrecolons.com
Serìa demasiado arriesgado para mì sin datos afirmar con rotundidad que este cambio de estrategia (y casi de visión) no serà una panacea, pero me inclino por ello.
No considero que BB debiese haber huido del teclado por el contrario, al revès, creo que es uno de sus diferenciales, y que los que no se acostumbran a lo táctil o buscan terminales menos frágiles valoran. Pero desde luego, las pocas innovaciones de su producto lo han dejado arcaico.
El cuidado al cliente, al margen de la caída del correo, si es un error gravìsimo. Han dejado que teenagers y demás fans de BB no se sintieran el centro, se quedasen sin argumentos para defender su blackberrymanìa. Como en cualquier relaciòn…cuando no hay argumentos: grave!
Toda la razón con el tema de la desconexión emocional con el cliente. Es una de las enfermedades de nuestros días. No han sabido crear el orgullo de llevar una BB.
Gracias por escribir, Alba María!