Ayudando a dibujar futuros, por @guillemrecolons

Insight, visión y eslogan personal

En este artículo, dirigido a los que buscan su primer trabajo trato de:

1. Destacar la importancia del mensaje sobre el medio

2. Ayudar a trabajar tres ejes clave para una entrevista o discurso

3. Facilitar una técnica para desarrollar el mensaje base a partir de la visión

Esta semana pasada volví a tener el honor de compartir charla sobre personal branding con los alumnos de 4º de grado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UAB. Me gusta retener las preguntas que hacen los que pronto se van a enfrentar a la difícil pero obligada tarea de encontrar o crear un empleo. Son personas bien preparadas, de eso no hay duda, pero la jungla laboral es compleja y muchas empresas no entienden eso de que en un currículum no aparezca experiencia laboral. ¿No tienes experiencia? ¿Y entonces por qué razón debería contratarte? La primera pregunta roza lo absurdo, y retrata bastante mal a quien la formula. Pero la segunda tiene mucho sentido.

¿Por qué razón deberían contratarte si no tienes experiencia previa?

Esa es una gran cuestión. Muchos de los estudiantes preguntaban sobre la utilidad de un blog, de un perfil en Linkedin, en Twitter… Sí, esa es nuestra parte visible, pero de poco nos servirá si no trabajamos antes los cimientos de nuestra marca, y eso incluye saber qué marca tenemos hoy y con qué marca queremos que se nos reconozca en un futuro cercano. Las prisas no son buenas. Lanzarse a escribir en un blog sin saber qué decir y a quién y por qué le puede interesar puede resultar contraproducente.

La razón por la que deberían contratarte no será la experiencia laboral previa, amigo estudiante, será la el valor que aportarás a la empresa para la que trabajes, y eso se escribe en clave de futuro a través de tres ejes clave: diferencia, relevancia y credibilidad.

Diferencia ¿en qué soy diferente?

Aquí insisto una vez más en pedir feedback. La información que nos den los demás es oro de 24 kilates. No preguntar es no saber y no saber es convertirse en un commodity, en uno más, como si estuvieras en medio de una colonia de pingüinos y además fueras un pingüino. Pide que te definan en una frase corta, que te faciliten tu mayor fortaleza y que te den un consejo de mejora. Con eso hay suficiente. Con la información que saques de ahí tendrás un arsenal maravilloso para armar tus propuestas de valor en tu propio modelo de negocio. Si hay dos candidatos iguales y uno demuestra un alto nivel de empatía, ¿con quién crees que se quedará el reclutador?

Relevancia ¿le es útil a alguien lo que yo se hacer?

Aquí entra en juego lo que has estudiado, tu formación base, tu dominio del entorno tecnológico (cada vez más importante), tu soltura hablando idiomas, tus méritos (becas, deportes, notas, experiencia en prácticas…). En tu modelo de negocio personal eso equivale a tu secciones de actividades y recursos, son tus “hard skills”.

Credibilidad ¿alguien puede recomendar mi trabajo?

Siento ser tan directo, pero sin buenos prescriptores no vamos a ninguna parte. En este punto, no se trata de tener muchos contactos (numérico) sino buenos contactos, personas que conozcan de cerca tus competencias, tus propuestas de valor. Esa es tu área de “key Partners” en tu modelo de negocio y es la que da credibilidad a oferta profesional. Aquí entra en juego la familia, amistades, compañeros de estudios, compañeros de prácticas (si has tenido la suerte de hacerlas), mentores,…

Analizando estos tres ejes hemos recogido mucha información para preparar una entrevista, un blog personal, un perfil en Linkedin. Pero aún no hay suficiente. Nos falta la visión.

¿Por qué es necesario trabajar la visión personal?

La visión indica el camino que quieres recorrer en la vida, es un contrato de intenciones contigo mismo para saber qué buscas, qué persigues en el largo plazo. Si yo fuera entrevistador te preguntaría ¿has pensado cual quieres que sea tu legado? Esa es tu visión. Bill Gates soñó con convertir los superordenadores de 1975 en PCs para que todo el mundo pudiera tener un en su casa y en la mesa de su oficina o taller. Ahora nos parece normal, pero en 1975 ese sueño era el de un loco, y eso es precisamente lo interesante de una visión; que sea algo aparentemente inalcanzable, que tenga un punto de locura, de transgresión.

Yo tengo la suerte de compartir mi visión con Soymimarca, no en vano esta empresa forma parte de mi ADN: ayudar al desarrollo profesional de las personas. Y esa visión me gusta expresarla con la frase “ayudar a dibujar futuros”, me parece más inspiradora, más provocadora, más loca si cabe.

Un buen ejercicio para trabajar la visión es analizar el contexto previo, el “insight”. En mi caso trata de que todo lo que hacemos deja marca de forma inexorable, así que vale la pena ponerse a trabajar para que esa marca que dejamos trabaje a nuestro favor y no en nuestra contra. No se trata solo de ser memorable (dejar un buen recuerdo), sino de haber “hecho cosas”. Leí hace poco un libro del Gran Wyoming en que hablaba de las personas que hacen, contrapuesto a las personas que dicen. En este sentido, nos tiene que quedar claro que nuestra huella se forjará por lo que hayamos hecho, no por lo que hayamos dicho.

Eslogan personal, ¿por qué no?

Si además alguno se atreve, le invito a crear su propio eslogan personal. En vez de preguntarte por qué, pregúntate ¿por qué no?. Un eslogan personal te hará diferente y posiblemente relevante. Diferente porque conozco a pocas personas que lo tengan, y relevante porque posiblemente lo que digas conecta, seduce, informa. Mi eslogan personal parte de mi insight y se resume en “Todo deja marca”. Es una frase que abre un relato, que admite un discurso, que abre una conversación, que encabeza una tarjeta de visita, un blog. Pues sigo con lo mío, ayudando a dibujar futuros. ¡Que tengas una semana única!

Imagen: Freepik

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